Soy de los locos que le encantan las historias de autos o motos olvidados en algún granero o cosas por el estilo, lo que nunca pensé que iba a estar frente a frente con una de esas joyas.
El viernes mi señora me enganchó para que la acompañe a un vivero que hay cerca de casa para encargar grama y ver algunas plantas. La verdad que no soy muy amante de las plantas, no tengo idea ni paciencia pero la acompañé igual sin saber lo que iba a suceder.
El vivero es enorme, tiene una construcción en madera y naylon con pasillos de plantas y a su vez dividido en 3 sectores. Nosotros justo entramos por el más alejado así que mientras iba mirando y ella me explicaba qué quería poner y donde, yo mucha bola no le pasaba hasta que entramos al último sector...
Ahí, en el cantero del medio había una tipo fuente con pecesitos y esta maravilla adornando uno de sus costados...
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Imaginensé que a partir de ahí no tengo idea de lo que habló, compró o hizo
Solo me dediqué a mirar la moto, parecía detenida en el tiempo.
Mucho óxido, mucha tierra, mucho tiempo parada pero estaba enterita, escapes originales, giros originales, el asiento me generó un poco de duda, manubrio original, e inclusive hasta tenía el filtro de aire original. Lo que ví agregado fueron las defensas a los costados del motor.
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Los únicos detalles que le encontré era el vidrio del velocímetro roto, la falta de los acrílicos amarillos en los indicadores de giro del tablero, el espejo del lado del embrague y la perilla de cambio de luz alta a baja así que seguro algo la debe haber golpeado de ese lado en los años que estuvo parada:
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Verdaderamente una moto muy entera para restaurar, así que después de que mi señora preguntó todo lo que tenía que preguntar llegó mi turno:
¿La moto no la venden? La bruja me miró como preguntando para qué quería esa porquería, yo me hice el dobolu y seguí en lo mío, pero la verdad que la mina que atendía mucha pelota no me dió. Más o menos me contó que la moto era de un amigo del dueño del lugar y que no estaba interesado en venderla, muchos más datos no le pude sacar y cuando le quise dejar una tarjeta para que si lo veía le comentara mi interés por si cambiaba de opinión casi me saca cag@nd@...
En fin, todavía no me doy por vencido, es más; me quedé recaliente así que como esta semana tengo que ir voy a ver si encuentro alguien con más onda para ver si puedo sacar datos del dueño...
Esta historia continuará
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