Nace la Ley AutódromoLa Legislatura Porteña ya tiene el proyecto de ley que busca la renovación del Gálvez. Las obras tardarán año y medio. Los detalles.
Comenzó la cuenta regresiva para que el Autódromo de Buenos Aires pueda tener una reestructuración histórica. Se trata de la llamada “Ley Autódromo”, que llegó a la Legislatura Porteña el pasado 20 de julio, justo un año después de su clausura. La norma proyectada por el Gobierno de la Ciudad (GCBA) tiende a la remodelación y desarrollo del máximo escenario argentino por treinta años.
El anuncio se conoció el año pasado, pero recién ahora comienza a cristalizarse. La demora tuvo que ver con la redacción y conformación de la ley. Para el renacimiento del Oscar y Juan Gálvez era necesaria la intervención estatal. El manejo privado de la actual concesión no fue el esperado. De hecho, por primera vez en 63 años de historia el Autódromo no tiene esta temporada una fecha de una categoría nacional de importancia.
En este marco los responsables de la actual concesión privada consensuaron con las autoridades porteñas la entrega anticipada de su manejo. Acordado ese y otros detalles, el Coliseo del automovilismo nacional vuelve a manos del GCBA.
DEL CÉNIT AL OCASO
Hace 21 años el Autódromo tuvo su última reforma estructural. Fue para recibir a la Fórmula 1 entre 1995 y 1998. Luego de las fechas internacionales el estado del escenario comenzó a caer. Las obras de mantenimiento brillaron por su ausencia y su punto más delicado fue la clausura que tuvo el 20 de julio de 2014, marco con el que igual se corrieron los 200 Kilómetros del Súper TC 2000…
La “Ley Autódromo” apunta no solo a la refundación del Oscar y Juan Gálvez, sino también a promover su desarrollo comercial. Así le afirma a CORSA, Ignacio Werner, asesor del Ministerio de Desarrollo Económico del GCBA. “Actualmente se están llevando a cabo en la comuna numerosos proyectos como la Central de Transferencia de Cargas, la Terminal de Ómnibus Dellepiane, y allí estará la villa olímpica de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Dentro de ese marco el Autódromo es clave”, explica el funcionario.
“Queremos que el Oscar y Juan Gálvez sea el Teatro Colón de los autódromos argentinos”, afirma Werner, quien amplía detalles del proyecto: “buscamos que el lugar sea sustentable y revitalizar la zona adyacente al Autódromo generando desarrollo económico para toda esa parte de la Ciudad”.
Su planteo se radica en el Artículo 1 de la ley cuyo objeto es “un plan integral deportivo y comercial, tendiente a la recuperación, reposicionamiento y jerarquización del Autódromo, con un impacto económico y cultural en beneficio del Área de Desarrollo Sur de la Ciudad”.
LA BASE DEL NEGOCIO
El llamado “Master Plan” consiste en obras de remodelación (foto principal) que incluyen techado de todas las tribunas de la recta principal, construcción de un edificio superior en los boxes, palcos VIP, reasfaltado de todo el escenario, remodelación de las bases edilicias, cumplimiento de todas las normas de seguridad dentro y fuera de la pista, se estiman en unos 50 millones de dólares.
Esa inversión saldría de empresas que el GCBA ya contactó. Entre ellas algunas terminales locales como Chevrolet, la socias Peugeot y Citroen, Fiat y la base local de Mercedes-Benz. Éstas y todas las firmas que se involucren tendrán facilidades impositivas por diez años y podrán usar espacios focalizados sobre la zona que da a la Avenida General Roca.
Así lo indica el punto 3 del Artículo 2 que promueve “crear un desarrollo comercial conexo a la actividad deportiva que permita la instalación dentro del predio del Autódromo de locales comerciales, empresas e industrias relacionada con el automovilismo”.
Ese lugar (donde se hace la Creamfields) como hoy se conoce desaparecería y se urbanizaría hasta la calle posterior a las tribunas. Allí las empresas podrán instalar sus concesionarios y diversos comercios conexos. También lugares para comer. Además se levantará un Salón de la Fama destinado a homenajear a todas las figuras nacionales e internacionales que alguna vez corrieron en el Hermanos Gálvez. Allí se trasladarían los autos históricos que hoy tiene el Automóvil Club Argentino, uno de los entes que apoya esta ley.
“Acompañamos este proyecto y el ACA hará todo lo posible. El Autódromo es el Coliseo del automovilismo argentino y tiene que revivir. No puede ser que no tenga fechas nacionales de importancia. Y lo mejor es que el Estado local se haga cargo”, le indicó a La Única el Presidente de la CDA del ACA, Carlos García Remohí.
Además, se aspira a que “se desarrolle el turismo temático vinculado con el automovilismo. Que la gente que visita Argentina conozca el Autódromo más allá de una carrera nacional o internacional”, según comenta Werner.
Por último, el punto más ambicioso en cuanto a lo edilicio es un hotel cinco estrellas cuyo lugar inicial figura cruzando los mixtos del Circuito Nº 8. Aunque ese es el último eslabón y el más costoso de esta cadena de renovación.
GESTIÓN
Según el Artículo 6, el manejo estará a cargo de un fideicomiso (contrato de transmisión de bienes para su administración) de 30 años cuyo fiduciario (quien administra los bienes) será el Banco Ciudad.
Al respecto, Werner cuenta que “se trata de un proyecto de articulación público-privada, que tiene tres partes muy importantes: el Estado, que tiene una participación clave y que inclusive se reserva derecho a veto en las decisiones que se tomen; las empresas vinculadas a la industria automotriz y las asociaciones del deporte que velarán por el cumplimiento del plan integral. Adicionalmente el Banco Ciudad como fiduciario garantiza seriedad y transparencia”.
Cumplidos las tres décadas, la administración total volverá a manos del GCBA.
LOS PLAZOS
Se espera que la ley se promulgue a fin de este año o en marzo de 2016 a más tardar. Se necesitan 40 votos. El Pro tiene 27 votos y los 13 restantes se conseguirían con legisladores de la oposición. Una vez promulgada la ley, las obras demandarán 18 meses. Con ello a mediados de 2017, se vería la nueva cara del Oscar y Juan Gálvez.
En el medio, de forma escalonada, se gestionarán los Grado 1 de la FIA y se buscarán fechas internacionales de diversas categorías. Y desde ya el regreso permanente de las principales divisiones nacionales, TC, STC 2000, Top Race y Turismo Nacional.
LA FÓRMULA 1, EL OBJETIVO FINAL.
Es la frutilla del postre, aunque se maneja con perfil bajo: la vuelta de la Máxima, por qué no para 2018, a 20 años del último Gran Premio. “Claro que ese es el objetivo final, pero somos muy mesurados”, afirma Werner, antes de graficar “este tema es delicado y sabemos cómo terminaron los últimos intentos. Es como aquél que se quemó con leche, ve la vaca y llora”.
El punto 1 del Artículo 2 de la ley expresa “reposicionar al Autódromo como escenario principal del automovilismo y motociclismo nacional, convirtiéndolo en sede de eventos de primer nivel mundial”.
Sabido es que Bernie Ecclestone, mandamás de la F.1, tiene a Buenos Aires como preferencia ante una eventual vuelta al país. El inglés siempre insistió en la capacidad hotelera de esta metrópoli, algo que de momento carece Termas de Río Hondo a pesar de tener hoy en día al mejor autódromo del país, que alberga las fechas del MotoGP y el WTCC.
Sobre un posible dibujo aquellos nostálgicos de la época de Carlos Alberto Reutemann (aliado al Pro) podrían ponerse felices. No se descartaría la posibilidad de emplear un renovado Circuito Nº 15 (el 12 con los mixtos del 9). La idea es apoyada por el ACA. “En 1998, Charlie Whiting, Director de Carrera de la F.1, me dijo que el mejor dibujo era el 15. Pero que en ese momento la categoría no podía usarlo por razones de seguridad. Aún estaban frescas las muertes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, en 1994”, explicó García Remohí.
Más allá de la bandera política se trata de una oportunidad única. En los últimos años quedaron claros los ejemplos de autódromos promovidos y sustentados por el estado que lograron su posicionamiento como el de Termas de Río Hondo, La Pampa, Neuquén (con sus idas y vueltas), los flamantes de Concepción del Uruguay y el renovado Concordia, en Entre Ríos.
A nivel internacional el ejemplo más cercano en la región es Interlagos, sede del Gran Premio de F.1 en Brasil, manejado por el Estado de San Pablo. De plasmarse la ley, su gestión a 30 años puede marcar un antes y un después para el Autódromo de Buenos Aires cuya historia merece otra oportunidad.
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