Ha nevado y las montañas orgullosas muestran su nuevo vestido blanco, el paisaje se ha convertido en una postal diferente.
El reservorio de agua que significa esa nieve servirá en el verano para mantener en niveles adecuados los lagos y embalses. En los últimos días la temperatura ha estado bajísima, una brisa suave del sureste hace que desciendan hasta los -9º con una sensación térmica de -14º. Hoy la temperatura, a pesar de que superamos el mediodía, tímidamente ha subido de cero grado, mientras, desde casa, observo el Cerro Otto pintado de blanco.
Y por qué no?
... si las ganas de andar en moto siempre esta latente. Así que con bastante abrigo y ropa apropiada, atravieso la ciudad y me dirijo al camino que sube al cerro, pasando por Piedras Blancas, un pequeño centro donde se puede disfrutar de actividad en trineos y mas adelante llegar a las pistas de esquí nórdico, serpenteantes a través del bosque de lengas despojadas de hojas que coronan el cerro.
El camino de tierra está muy duro, en los lugares con pendiente el agua se ha escurrido y es tierra congelada, en las zonas de sombra donde hay algún hilito de agua ahora hay hielo, en las suaves hondonadas de la huella el sol le ha devuelto la vida al barro, que presuroso se adhiere a mi moto con el afán de escapar de ahí.
Cuando alcanzo la nieve el entorno cambia, la moto avanza vacilante y con esfuerzo, es que las gomas que lleva puesta no son las más apropiadas, patina y se entierra sin traccionar demasiado, después de andar un trecho veo que en esas condiciones no vamos a llegar muy lejos, así que al detener el motor me dedico a disfrutar del bosque y la nieve que lo invade, apagando los sonidos en un ambiente de silencio y paz. Camino unos 100 metros hasta una curva y la vista se abre espléndida mostrando el majestuoso lago Nahuel Huapi, todo está matizado de un tono azul helado, las cumbres muestran pequeñas nubes que en realidad es nieve que vuela debido al viento de altura, es nieve en polvo, sequita, magnífica, liviana, volátil.
El frío se hace sentir después de un rato, así que me dispongo a desandar el camino, ya con ganas de estar en casa tomando mate y sosteniéndolo con las dos manos para recibir el calor a través de su pared caliente y reconfortante.
Quizás las fotos puedan trasmitir algo de lo disfrutado.
Saludos!!!