por mendoza el Vie May 16, 2014 8:23 am desde Villa Urquiza, Capital Federal, Argentina
El convoy se trasladaba a una velocidad muy baja, por lo cual aprovechaba a descansar un poco y reponer líquidos.
En un momento comencé a sacar fotos (las que ven mas arriba) y perdí de vista el convoy.
Luego de un momento de meditación, coordinar con dandy (en esa montaña había señal de teléfono) y avisar a los seres queridos que la operación rescate estaba en proceso exitoso, decido retomar la marcha.
El convoy se dirigía a el nihuil, y en ese momento me encuentro con la bajada NEGRA, que ahora era una subida con un quiebre, mas de 30m de altura y entre 45 y 50° de inclinación…
Primer intento, imposible, luego había que girar la moto en esa pendiente y bajarla, para volver a intentarlo… segundo intento, la moto se me va hacia el otro costado, pero esta vez quedo a 1m de la quebrada, que si la alcanzaba podía intentar de subir el último tramo. Pero me fue imposible el desgaste físico y mental estaba al límite. Volví a girar la moto y descender, esta vez el descenso era dentro de una acequia hecha por la lluvia, mas complicado aun.
Vi que podía intentarlo por el filo de la montaña, y lo intenté pero siquiera pude llegar al filo de la montaña mi cuerpo ya no podía mas.
En ese momento límite y solo en el medio de la montaña es que por un momento claudiqué. Pensé, bueno, en algún momento se darán cuenta de que no llegué y vendrán a buscarme…
Luego, volví a estar lúcido y decidí volver por el camino menos dificultoso, eran 35 km hasta el valle o 15 al nihuil, pero decidí hacer el mas largo porque ya no podía seguir intentando subir la subida Negra y con menos de una hora de sol, no podía perder ni un minuto.
Volví a llamar a dandy para avisarle que no me esperara en el nihuil y con toda la motivación recordando la epopeya realizada en la carrera del galvez del 2013 (donde corrimos de noche, con visor oscuro, tortícolis, dolor en la muñeca y espalda, sin dormir ni descansar y con una abeja africana asesina dentro del casco por mas de una vuelta) y a todo motor pero de manera eficiente (tenía poco combustible) a ritmo de Dakar, derrapando como en speedway y saltos al estilo de los x-games, casi de noche comencé el retorno.
Ya llegando al arroyo de la frazada, volví a encontrarme con el puma del día anterior, no había sido una alucinación, era real, esta vez el cuchillo de rambo estaba listo… el puma de una tonelada y unos 2 metros de largo por 1,5 de alto se abalanzó sobre mí!! Casi me saca por encima del manubrio de la xr, la lucha fue tremenda… hasta que me di cuenta de que estaba alucinando de nuevo, la moto se había clavado en un pozo de arena y yo casi había volado por encima… ni les cuento lo que me costó sacarla.
Continué la marcha de noche hasta que logré encontrar el puesto y salir hacia el camino principal del cañón. La alegría de haber sobrevivido y rescatado mi amada klx no tenía precio.
Continuo viaje hacia el valle donde decido parar a comprar provisiones, estaba deshidratado y exhausto… pero… no tenía la billetera, había quedado en el auto con dandy.
A todo esto dandy estaba cargando mi moto en el nihuil para volver por la cuesta de los terneros con el auto y la klx en el tráiler. Esa noche se festejó con asado (donde volvió a entrar en acción el cuchillo de rambo) y amigos haber recuperado la moto de manera exitosa. También me enteré que había otro camino que era por donde habían subido las camionetas, bay-passeando, la subida Negra.
Al otro día, el domingo, volvimos a la ruta con el auto y las motos cargadas, rumbo a baires.
Lleve la klx a mi mecánico de confianza para que realizara la inspección, determinando que la avería fue que se rompió un perno de la estrella de la selectora… ahora a esperar que don cordasco traiga el repuesto.
No puedo dejar de agradecer a quienes estuvieron siempre para ayudar y los que ni conocía y de manera desinteresada colaboraron, pudiendo completar un rescate que parecía imposible.
Ahora todo parece pintoresco y lindo, pero la verdad que en esos momentos la pasamos mal física y mentalmente con una exigencia que dejó secuelas varios días después. Ni siquiera la noche que ya habíamos bajado la moto pude dormir… (los ronquidos de dandy colaboraron, jaja)
Mención especial para dandy, quien donó su moto para que pudiera rescatar la mia.
Gracias al KC por las devoluciones y comentarios, seguramente Dandy luego aportará mas información o su punto de vista, y alguna foto del mapa o de otras cosas.
La última foto es para el cuchillo de rambo, el Eskiltuna (industria nacional, fiel compañero de cada aventura o comilona, y de la misma fábrica que salieron los eskiltunas que acompañaron a nuestros soldados en la gesta de Malvinas), que sin el NO habríamos sobrevivido a los brutales ataques de las fieras locales
poder ninja! #79
Ezequiel