Bueno, esto no es un relato plenamente motero de un gran viaje, pero en una situación como la que voy a contar, la moto da un gustito medio aventurero a la ocasión, además de que cualquier excusa es buena para andar en moto.
Hoy 4 de Junio se cumple un año desde la erupción del volcan Puyehue - Cordón Caulle de Chile (04-Junio-2011). Hecho que afectó enormemente a nuestra zona.
Ese sábado, a media tarde el cielo se fue oscureciendo de una manera tal como si fuera una gran tormenta, era una nube negra que venía desde el noroeste y comenzó a caer, al principio daba la sensación que era un granizo muy chiquitito, sobre todo por el ruido que hacía, estaba charlando en ese momento afuera con un amigo y dijimos que tiempo loco..., ni siquiera hace frio, pero al minuto nos dimos cuenta que lo que caía era arena y no granizo, enseguida nos enteramos por mensajes de texto y comentarios que había hecho erupción el volcán chileno.
Esa noche la tormenta eléctrica y los truenos fueron un espectáculo fascinante, dada la tremenda energía que hace que el aire se cargue electrostáticamente, yo lo disfruté..., mi esposa no opinaba lo mismo..., si buscan en la web encontraran fotos magnificas de este evento, sino vean este link:
http://www.boston.com/bigpicture/2011/0 ... chile.htmlLuego comenzó a llover con arena y ceniza, no se veía a través de los vidrios, dado que se quedaba todo pegado.
Al otro día no me aguanté y salí a dar unas vueltas, obviamente en la moto, y ver el paisaje gris que ahora nos cubría, fue impactante, daba una sensación medio apocalíptica. Todo, todo estaba cubierto con ceniza y arena, vehículos, techos, jardines, calles, etc.
Los días y meses subsiguientes, a pesar de lo negativo de la situación fueron un sinfín de paisajes y atardeceres diferentes debido a la presencia de ceniza en el aire.
Todo quedó con unos 4 cm de arena, a mas cercania del volcán la acumulacion alcanzaba los 15 a 20 cm.
Las calles quedaron asi.
El atardecer del dia siguiente.
El entorno generaba una extrema quietud y cierto desconcierto.
Subí al Cerro Otto para mirar desde lo alto.
De allí se podían ver las manchas en el lago de arena y piedra pómez flotando.
El sol iba ocultándose detras de los densos nubarrones.
Grandes extensiones del lago cubiertas con piedra pómez y arena volcánica. Fue impresionante ver como se acumulaba en las bahías, hacia donde el viento soplaba dado lo livianita y alta flotabilidad de ese material.
La "chimenea" al fondo es el volcán, durante varios meses se repitió esta imagen con todas sus variantes.
Esta foto de una erupción la sacó un amigo algún tiempo después pero fue una imagen que vimos varias veces, día tras día observábamos como aumentaba la actividad y luego decrecía, inmersos en una nube de polvo finísimo dependiendo de donde soplara el viento, hecho que obligaba a usar barbijos y antiparras.
Muchos atardeceres fueron magníficos.
Hubo que cuidar muchísimo los vehículos porque la ceniza por finita que fuera son pequeños cristales de sílice con alto poder abrasivo, imagínense penetrando en los motores, vendría a ser como el puloil, los mas viejitos háganse cargo, o el Odex para los mas pendex, los cambio de filtros de aire había que hacerlos más frecuentemente
Lentamente fue calmando su actividad hasta convertirse hoy en una anécdota y un recuerdo. Pero creo que dejó una huella en cada uno de nosotros y fue que ante semejante manifestación de la naturaleza uno se da cuenta de lo "chiquitos" que somos
Hasta la próxima.
Saludos KC.