Gente del KC,
quiero compartir con Uds. una salida del último domingo, un paseo corto que considerando que estamos en otoño y para los que nos gusta la naturaleza, (y si la complementamos con la moto mucho mejor...), es un excelente momento para disfrutar de sus colores, los que vivimos en la pre cordillera sabemos lo que significa, dado que en esta época del año la montaña se pinta de colores, esto se debe principalmente a la lenga, que es un árbol que crece a partir de los 1000 m.s.n.m., a diferencia del coihue que son arboles similares pero que desaparecen con la altura y que tiene hoja perenne, la lenga tira la hoja y durante ese proceso se transforma en una explosión de colores, virando del verde al rojo, pasando por todos los tonos intermedios, es realmente muy bonito y ya la antesala del invierno.
Después del asadito, organizamos la salida en flia. y con amigos que "viajaron enlatados" pero no me podía perder la oportunidad de disfrutarlo en la moto, después nos juntaríamos en destino, que fue el Valle del Challhuaco, distante unos 20 km desde la ciudad en dirección sur, de los cuales unos 15 son de ripio, y tierra cuando se adentra en el bosque.
El camino es de ripio y comienza con sectores muy abiertos.
Una vista del cordón del Cerro Carbón.
Algunos puentes de madera para cruzar los varios arroyos con que nos encontramos en el trayecto.
Se empiezan a ver los colores.
El camino comienza a meterse en el bosque. En invierno solo con 4x4 debido al barro y la nieve.
Hasta que se llega al refugio Juan Javier Neumeyer donde se puede comer y tomar algo, final del camino para vehículos, a partir de acá se puede elegir alguna de picadas que nos conducen a distintos lugares del valle. Esta vez optamos por ir hasta la Laguna Verde. Las imágenes del lugar creo que no necesitan palabras.
Las coloridas y fulgurantes hojas de la lenga.
Una lagunita en el camino.
Un hermosa vista del cerro Las Buitreras, cuyos paredones de piedra erosionados por el viento y el agua poseen agujeros que sirven de hábitat al cóndor andino.
y después de la caminata...la Laguna Verde,
lugar protegido por vivir ahí la llamada rana del Challhuaco, al parecer una especie única descubierta en ese lugar.
Despues de un rato emprendimos el descenso por el mismo camino, luego de la mateada de rigor, vuelta al rancho, muy a la tardecita cuando el sol se oculta y el fresquito se hace sentir.
Hasta la próxima!