Joey y Robert Dunlop merecen ser los encargados de abrir esta serie sobre pilotos legendarios. Ambos escribieron su historia en las peligrosas carreras de Irlanda y la Isla de Man, como condenados a un destino trágico que, desgraciadamente, les alcanzó. Su triste desaparición ha contribuido a mitificar su historia.
Irlanda, la verde Irlanda, tierra de gente noble y fuerte, acostumbrada a sacrificarse y a sufrir. Irlanda tiene una honda tradición motociclista, una larga historia marcada por la pasión por este deporte, y también por la tragedia. Joey y Robert Dunlop fueron de ese tipo de gente que, vivía día a día sin darle mayor importancia a lo que hacían, por más que lo suyo era algo verdaderamente extraordinario: tenían la facultad de ser unos excelentes pilotos. Pero lo vivían con naturalidad.
Así comenzó la leyenda de Joey, un día de primavera de 1969, en Maghaberry… Joey se compró una Tiger Cub de 199 cc por 50 libras ganadas gracias a diversos trabajos: camionero, soldador, albañil. Con el tiempo bromeaba diciendo que seguía haciendo esas labores porque formaban parte del programa de preparación física… Lo cierto es que poco a poco se ganó merecida fama en Irlanda. A los 25 años, en 1977, le llegó su primera victoria en el Tourist Trophy. Para entonces ya había ganado varios títulos irlandeses
Fueron años difíciles para Joey. Hasta 1992 no volvería a ganar, pero fue en la categoría de 125. Durante 12 largos años, Joey sólo consiguió victorias en 125 y 250,
La pesadilla de Joey se mantenía. No conseguía disponer de material suficientemente competitivo con el que frenar a la nueva hornada. Con Hislop y Fogarty alejados ya del TT, ahora eran los Rutter (hijo), McCallen y Jefferies los que frenaban sus aspiraciones. Tenía que correr con su Fireblade contra una hornada de rugientes y veloces R1. Un año tras otro Joey seguía sumando triunfos, alargando el récord de victorias, pero se le negaban donde más lo deseaba: en F-1 y el Senior. Hasta que en 2000 logró que Honda UK consiguiera para él un motor oficial de la VTR SP01 de Aaron Slight. Y Joey volvió a volar. Ganó en 125 y 250, como casi siempre, pero consiguió también el triunfo en F-1, 12 años después de su última victoria. Phil McCallen, el único hombre en la historia del Tourist Trophy que ha ganado cuatro carreras en una sola edición, decidió no correr debido a los problemas de espalda que arrastraba por una lesión.
Joey volvía a estar completamente satisfecho y feliz. Cuatro semanas después viajó a Estonia, cumpliendo con su ya ritual habitual de carreras. Y en Tallin, en esa insignificante carrera internacional de 125, una mala caída acabó con su vida. Había disputado 101 carreras en la Isla de Man, y cientos de carreras más en escenarios aún más infames, pero el destino le aguardaba en una prueba olvidada, lejos, a orillas del Báltico. Su muerte conmocionó a todo el motociclismo, y en toda Irlanda, en el Ulster especialmente, se sintió como una tragedia nacional.
JOEY DUNLOP
Nacido en Ballymoney (Irlanda del Norte) el 25 de febrero de 1952. Falleció en Tallin (Estonia) el 2 de julio de 2000. Casado con Linda, tuvo cinco hijos: Julie, Donna, Garry, Richard y Joanne. Obtuvo las máximas distinciones civiles del Reino Unido, la MBE y OBE. Debutó en competición en 1969
26 victorias en el Tourist Trophy de la Isla de Man.
F-1 (1983-1984-1985-1986-1987-1988-2000).
Senior TT (1985-1987-1988-1995).
Junior TT (1985-1988).
5 Mundiales de F-TT1 (1982-1986) y 18 victorias.
15 títulos británicos e irlandeses (1977-1994).
PD:particularmente para mi uno de los mejores pilotos.