Ushuaia! Enero 2015

YYY????
Dale loco, dejá de trabajar y seguí contando.

Disculpas por la pausa, pero he andado medio complicado los últimos días.

Día 11 (12 de enero).

Sin mayor apuro salimos de Río Gallegos rumbo a El Calafate, ya que no son muchos kms. y teníamos varios días por delante aún.
Si bien había rastros de que había llovido de noche, amaneció calmo el día (seguimos ligando!!) aunque bastante nublado. Con el correr de los km y al acercarnos a la cordillera el cielo se fue aclarando y el viento, aunque constante, nos acompañó todo el camino de frente ya que viajábamos hacia el oeste y el viento viene bajando de la cordillera hacia el este. Soplaba fuerte y no valía la pena exigir la moto de gusto, pero íbamos serenitos a 90 km/h sin mayor inconveniente.

Llegamos a Calafate a poco más del mediodía y empezamos a buscar hospedaje. Si bien hasta ahora veníamos ligando muy bien, en principio se nos acabó la suerte. La primera “rotation” buscando hostales, hospedajes y hotelitos tipo de media estrella pa bajo no dio resultado. Todo lleno hasta las chimeneas, así que tuvimos que dar otra vueltita mas… Tipo 14 hs ya.

Ahí tuvimos que levantar un poco el nivel (y aflojar el bolsillo, je) para ver de conseguir alojamiento de una vez y no pasarnos el día dando vueltas. Empezamos a ver mas estrellitas y a mi me empezó a subir el ácido úrico y la presión… pero finalmente metimos un 4 estrellas de novela a solo $A 850!! Lo que si bien era bastante más de lo que queríamos gastar, lo que nos ahorramos en Ushuaia decidimos quemarlo en El Calafate.

Magui arregló con la gente del hotel mientras yo esperaba afuera. Al salir me subió el pulgar y me dije, estamos hechos!! Precioso lugar, sobre un bulevar a medio terminar, pero bastante cerca del centro de la ciudad. Me dijo que parara la moto en un pastito que había al lado de la entrada principal, y no tuve mejor idea que subir por la rampa para las sillas de rueda… En vez de subir por arriba del cordón nomás, a lo motero rudo, no!! se me ocurrió subir por la rampita. El tema que la vereda era medio angosta, y al querer subir por la rampa me quedó poco espacio para doblar y me llevé puesta una jardinera del portal. Me di un porrazo de campeonato!! De no creer che!! Me anduve medio continente sin problemas y me vengo a caer en el jardín de un hotel a 1 km/h… Donde se vió!!? Menos mal que no había nadie. Paramos la moto y salute!!
Sin embargo, con el golpe se torció el portamaletas del lado izquierdo y mi tobillo derecho. Así que entramos al hotel y empezamos a buscar solución para lo mas urgente… el portamaletas!!

Preguntamos por un herrero y nos indicaron de uno en unas calles bastante céntricas. Fuimos y nos atendió un grupo de chaqueños (que habían llegado ahí durante de la crisis del 2001), de novela.
Hubo que desarmar el soporte y calentarlo en una fragua para enderezarlo, ya que al ser de tubo, si lo quería enderezar en frío se podía estrangular y la terminábamos de embarrar. El tema es que en menos de media hora solucionamos el portamaletas. Nos quiso cobrar $A 100 pero le dimos el doble. Nos salvó el viaje el loco!! Si se llega a quebrar ese caño no lo suelda ni madrake!!.

Así que solucionado lo mas urgente, fuimos a lo segundo… Comerrrrrr!! Ya eran como las 4 de la tarde y nosotros estábamos con el desayuno y medio litro de agua nomás. Metimos restoran a full con todos los chiches y después nos fuimos a caminar por la ciudad.

Y meta caminar, meta sacar fotos, meta comparar porquerías y reírnos… lentamente me empecé a acordar de mi tobillo. Uh!! Como se me entró a poner el tobillo!! Mi pobre tobillito, quedó redondo como zapatilla de elefante!!

Allá a las cansadas y medio rengo, llegamos a donde estaba la moto y volvimos al hotel. Bolsa de hielo, pata para arriba y a mirar TV. Y ahí … se abusaron de mi… No piensen mal che!! Es que inmovilizado como estaba, me encajaron el canal Gourmet y me “comí” como 3 hs. De recetas al hilo. “Y bueno!” me dijo “ son como dos partidos de esos que ves vos… o no?” Y que!! No me iba a poner a discutir, así que me entregué sin pelear.

Al otro día, (12 día de viaje; 13 de enero) el pié estaba mucho mucho mejor. Ya no me dolía nada y estaba casi deshinchado del todo. Milagro!!
Juntamos lo básico y arrancamos para el Glaciar Perito Moreno.

La carretera está muy buena y muy disfrutable. Tiene muchas curvas y contracurvas hasta llegar al parque Nacional y una vez adentro se pone mas lindo… hasta que te encotrás con dos veteranos en una Combi del ’62 que no te dejan pasar, y bue, a hacer la cola.

No recuerdo bien ahora cuanto pagamos por entrar, pero casi seguro que fueron $A150 c/u.

Finalmente llegamos a una suerte de playa de estacionamiento muy grande, donde hay que dejar el vehículo propio y pasarse a unas combies (incluidas en la entrada al parque) que te llevan mismo hasta el Glaciar. Tanto en el estacionamiento como a la entrada del glaciar hay unos restoranes muy lindos y lugares para comprar … de lo que quieras con inscripciones del Perito Moreno. Pero nosotros nos fuimos de una a los bifes!! Al glaciar!!

Eso estuvo genial!! Es un lugar FANTÁSTICO!! La entrada y el recorrido es por una pasarella elevada de piso de madera con barandas, que te lleva a todo lo largo del frente del glaciar. Además, en varios lugares hay miradores (del mismo material) para que puedas sacar fotos, mirar tranquilo y que tiene algunos bancos para descansar. Hay que tener en cuenta que todo el recorrido son algo más de 3 km. De subidas y bajadas permanentes. No es ‘pa cualquiera la bota ‘e potro!!

Por suerte y contra todos los pronósticos, el tobillo bien. Ibamos caminando suave y en algún momento me entró a molestar, pero bien.

Pasamos el día en el Glaciar y a la tarde nos volvimos a El Calafate. Nos dimos otro buen paseo por la ciudad, compramos algún recuerdo (yo me traje una imitación de un cartel carretero de la ruta 40!! Fantástico… Eso si, marchó pal garaje…), a cenar, y a dormir.

Impecable relato amigazo!!
Me encato el viaje que pegaron, quizás algún dia nos cruzemos, yo vivo en Gualeguaychú, y esto a solo 80 de Mercedes.

Gran abrazo, y te felicito, me sentí como en casa por la forma de narrar tus relatos.

Metele que son pasteles.....

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Como no Ramiro! Nosotros vamos cada tanto a Gualeguaychú. Si vamos a algún encuentro te chiflo y nos tomamos unos mates juntos.

Sigo con el relato y perdón por las interrupciones, pero quieran que no, lleva su tiempo.

14 enero (13 día de viaje).
Antes del porrazo y del tobillo hinchado teníamos pensado ir al Chaltén ya que no habíamos tenido ningún contratiempo importante (solo el diente de Magui y un poco de viento) y veníamos según lo planeado. Estabamos a un paso del Chaltén y difícilmente íbamos a volver hasta allá, por lo menos en moto y en un plazo razonable.

Sin embargo la noche que volvimos del Parque de los Galciares el tobillo me molestó de nuevo y no terminaba de deshincharse. Así que ante la eventualidad de tener que hacer alguna parada médica, decidimos pegar la vuelta y tener un par de días más para ese (u otro) imprevisto.

Antes del viaje conversamos bastante acerca de volver por el mismo camino de la ida, ya que lo más obvio en un viaje de estos es ir conociendo diferentes lugares y gente y sus costumbres, con el agregado que los paisajes cordilleranos son siempre mucho más atractivos que la casi desertificación reinante en la mayor parte de la Patagónia. Por lo menos en lo que respecta a la ruta 3, no se ve una oveja o una vaca por cientos de kilómetros (creo que un par de miles de kms!), puro guanaco y ñandúes nomás!! Jajaja. Lo mas obvio era ir por la RN3 y volver por la 40, con todo el misticismo que tiene, sobre todo entre los motociclistas, moteros, moteros y demás humanoides afines. Sin embargo, nos advirtieron que al norte del Chaltén estaba bastante fea , y con mi pie a medio recuperar, viajando de a dos y cargados hasta los espejos decidimos que lo mas razonable era volver a la RN3 y volver por lo conocido y rápido antes que por lo desconocido y más lindo… El clásico, más vale malo conocido que bueno por conocer!!

Así las cosas, el 14 de mañana llamé a mi vieja por el cumpleños (Pobre mamá, yo en Argentina y mi hermana en Méjico!!), ordenamos todos los bártulos en la moto y volvimos a la ruta.

Ahora íbamos con la ventaja de la confianza que da desandar el camino que hicimos hace pocos días, y encima los primeros km (que íbamos hacia el Atlántico) los hicimos con viento de cola que nos rindió casi 22 km/lt. Nunca en la vida una KLR consumió tan poco ¡!! Jajaja Sabíamos el estado de las rutas, conocíamos en mayor o en menor medida las localidades adónde íbamos a parar y la existencia o escasez de estaciones de servicio (que dicho sea de paso, nunca en todo el viaje tuvimos que echar mano a los bidones de reserva).

Como no tenía sentido volver a Río Gallegos para después hacer de nuevo el tramo que hicimos a la ida hasta Comodoro Rivadavia, decidimos ir hacia el norte ese mismo día y ver de quedarnos en alguna localidad que no conociéramos.

A medio camino entre estas dos ciudades se encuentra la localidad Comandante Luis Piedra Buena. Sabíamos gracias a la cartelería (que alguien me felicite a los que hacen la cartelería carretera en Argentina!! Es realmente muy buena) y a San GPS que después de allí no había donde quedarse casi hasta Comodoro, así que achicamos ahí.

Precioso lugar!! Está a un costado de la ruta 3 y tiene bien la dinámica del pueblo del interior… Llegamos a las 3 de la tarde y estaba todo mas tranquilo que agua de pozo. Tiene la particularidad que en casi todas las esquinas del bulevar central y sus adyacencias hay gigantografías de los protagonistas de las revistas de Patoruzú. En una esquina Isidoro, en otro la Chacha, mas adelante el caballo Pampero y así con todos los personajes en diferentes poses y actitudes. Excelente!!

Lo primero fue buscar algo para comer. Pegado a la Terminal de Ómnibus encontramos un restoran, bien lindo, donde nos vendieron la media docena de empanadas a $A45 (alrededor de $U80). Pensar que en Montevideo se paga esa plata por dos empanadas da una idea de lo barato que nos fue comer ese día, y en general en Argentina, salvo Ushuaia y El Calafate.

Ahí mismo pedimos indicaciones para conseguir hotel y conseguimos rápido. También muy muy lindo aunque sin garaje. (Aunque pensándolo un poco… Quien se va a afanar una moto de estas de un hotel en la misma cuadra de la comisaría, en un pueblo de a reventar 6.000 personas y a 250 km de la ciudad más cercana. Tiene que ser muuuuuuy boludo el chorro!! Jajaja).

Después de una reparadora siesta, nos fuimos a caminar por el río y por el centro (el centro es corre paralelo al río a una cuadra), muy pintoresco con tiendas a la antigua usanza y donde nos encontramos un local de cobranzas con mostrador abierto!! No tenían vidrios blindados, ni guardias con metralletas, ni cámaras de seguridad!! Estaban contando la guita arriba de un mostrador como si fueran garbanzos!! Que lindo vivir así, tranquilo de que no pasa nada.

Dimos una vuelta larga, pero tampoco había tanto para ver. Así que cuando se terminó el bulevar, nos volvimos al hotel. Engrasamos la cadena, completamos el aceite, miramos un rato de TV y a dormir.

15 de Enero.
Ese día, pura ruta nomás.
Desayunamos en el hotel no muy temprano y de vuelta a la ruta. Ya casi no había viento y empezó a aflojar defintivamente el frio. Así que le metimos hasta Comodoro Rivadavia solo parando para cargar nafta. Ya nos sentíamos en casa!! Habiamos pasado un par de días ahí, y aunque la entrada a la ciudad no es fácil (es algo confusa) pasamos derecho por los accesos y nos fuimos derecho al Hotel. Salimos a caminar, mismas vidrieras que a la ida, cena, TV y a dormir. Ya los kms se estaban haciendo sentir y empezaba la “morriña”… se están acabando las vacaciones…