DIA 0 – Sábado 16/08.
Estoy en Posadas al final de la tarde. Voy a poner el cuenta kilómetros mental en cero desde este lugar. Aquí arranco con mi vuelta misionera. Detalles que no vienen al caso me hacen hacer noche cero en esta ciudad en lugar de mi idea de hacerlo en Apóstoles.
Son cerca de las 17:00 y estoy saludando por WhatsUp a mi Kawa anfitrión virtual en este vecindario.
… hola Oscar, Korke te saluda maestro …
… posiblemente haga noche en Posadas … tenes alguna sugerencia de hotel con cochera ¿ igual no te calentes mucho porq busco un poco y chau …Y en eso estoy a mi entrada. Buscando donde poner mis huesos y los de la moto por esta noche. Pregunto a los ocasionales peatones. Siempre se pregunta. Miro un par de puntas. Aquí esta fenómeno.
Uno puede dormir en el porche de entrada de la habitación. Pero la moto cargada no. Si se puede adentro de la habitación también.
Tengo lo necesario. Habitación single en planta baja y abro la puerta y la colorada a 2 metros. Excelente. Buena tarifa. Resolver bien este asunto del pernocte me resulta como sacarme una bota que me apreta. Un alivio. Done.
Como he llegado de improvisto mi chances y especulaciones de conocer a Natoch son verdaderamente mínimas. No por los tiempos del viajero ambulante sino por los de él. Es sábado al final de la tarde y Oscar me avisa que estará haciendo empanadas caseras cortadas a cuchillo para deleite de su familia. Upss sounds good. Me invita.
Debo declinar el convite. El no debo es muy diferente del no puedo. Está el deber ser. Y en esto la versión personal de mi BIOS, no obstante algunas actualizaciones, bloquean aceptar tan de una esta tremenda, atractiva e improvisada agenda. Perro viejo con ataduras de protocolo. Seguramente me he perdido una oportunidad espontánea de socializar con futuros nuevos amigos, de carne y hueso. La próxima. Ojala.
Quiero cenar. Es un ritual que me cuesta tildar con una manzana y un chegusan. Sobre todo en una ciudad tan bella.
Vuelvo a la carga como preguntón y acudo a Natoch para recomendaciones.
Entre las 19:00 y las 19:10 el amigo me pasa 31 mensajes, con nombres, perfiles, comida y hasta una recomendación de apagar el celular en la zona de la costanera para no caer bajo el tarifazo de las antenas paraguayas.
Comienzan a llegarme los nombres de los comederos. Divina Tentación (buena pizza de crudo y rucula), La Ruedita parrilla familiera, Dona Chola, Itakua, El Rancho. Más adelante, en la rambla, me avisa que encontrare lugares de gente joven. Upss. Necesito la maquina decodificadora. Se trata de paradores con ambiente de snack previo al boliche. Pasa, al final, su última anotación. Cristóbal. Con dudas sobre la atención y la comida. Y me advierte que el lugar convoca a importante cantidad de gatos. Cuac.
El espíritu informativo de Oscar ha de culminar recomendado vaya a Itukua.
Y ahí finalmente voy. Teniendo presente además que me ha dicho que ojo con el control de alcolemia. Bien ahí por el control.
Me habré de sentar por 1 larga hora a picar algo y observar la fauna. Este avistaje de parroquianos es parte sustancial de mi gusto en sentarme en un bar, mas allá de meter algo en el estómago.
Vuelvo un poco a la moto. Y para reconocer las zonas en común con los lectores.
Cuando estoy alojado en el hotel, antes de salir a hacer este paseo nocturno, quito los valijones. Me rompe soberanamente las bolas andar con los valijones en ciudad. Me tengo que acordar que están ahí bien puestos. No los tengo totalmente mentalizados y tengo que vencer la tensión del resorte mental natural que me indica que la moto esta siempre en la posición de sin valijas. Espero no ser el único zapallo con esto.
Se hace la medianoche y estoy auto impuesto de regreso en el hotel. Si bien me he recuperado de la fiaca del atardecer no quiero pecar de salir muy tarde por la mañana. Así que acomodo lo último para irme a dormir.
Una última tentación me dice de mandar por el WUp un mensaje a Oscar.
De preguntarle por algún lugar de camping con arroyo y poder tirar la caña de pescar.
Pero no lo hago.
Siento que es la pregunta marginal que me hace pasar el límite. Y convertirme en un rompe bolas. La matemática está presente en todo. La cuestión marginal. La ultima unidad en la curva antes del umbral del cero. Y la unidad adicional que cambia la curva. Derivadas. Siento que ese dato que iba a pedir era la unidad adicional que me transformaba en molesto. Y entonces no la hago. La buscare por otro lado.
Me voy a dormir. Me despertare en el DIA 1.
DATOS PARA LA AGENDA DE HOSPEDAJE. Lugar en que volvería a parar.
* Tranquilo, que el partido es largo.
* Bueno; Rápido; Barato: elegí dos.