por Segundo el Mar May 27, 2014 8:36 pm desde Laboulaye, Cordoba, Argentina
(26 de mayo)
Salimos de Camiri bien temprano, porque el tiro va a ser largo. Esta lloviendo pero no importa. El peor enemigo de un motociclista no es la lluvia, como dije hace un par de dias atras, el peor enemigo de un motociclista es su propia mente y, para ser mas especifico, la ansiedad de querer llegar a algun lugar.
Es dificil superar ese estado mental de cuentakilometros, muy dificil, sobretodo cuando el camino es aburrido -no era este el caso, el camino es bellísimo- o las condiciones son malas, o uno esta muy cansado.
Trato de upgradear mi mente cada vez que me pasa, y esta vez me estaba pasando. Vuelvo con cierta garra al presente, para perder el estado un trecho mas adelante, y volver a buscarlo.
La lluvia molesta, me empaña el visor del casco. Empiezo a fantasear con un casco con limpiaparabrisas, boludeo pensando en la factibilidad del engendro, me vuelvo a distraer.
Detras de la culata de un camion, ahora, esperando pasarlo. Tiene una leyenda escrita. Dice: "No me sigas, yo tambien estoy perdido" Acelero y lo paso, lo saludo con un par de bocinazos, como tributo.
A mediodia llegamos a Santa Cruz de la Sierra y hacemos un alto en la casa del Gato Nogales, uno de los chacanes.
Atravezar la ciudad nos lleva un tiempo infinito, es gigante, llena de trafico, como todas las ciudades. Finalmente llegamos. La casa es muy grande, el padre tiene una panaderia industrial al lado y el olor a pan esta en el aire. Genial. Siempre soñe vivir al lado de una panadería. Adentro de la casa, un gigantesco patio, medio al estilo español, con algunos animales fantasticos, como un pavo real, un papagayo, un loro y dos chiuauas.
Despues de comer un "picantito de pollo" salimos a la ruta de nuevo. Ahora nos queda el ultimo tramo hasta Cocha, que es el mas bello porque, mas o menos despues de Villa Tunari, empiezan las yungas, en un ascenso selvatico y decididamente irreal.
Pero venimos atrasados, no creo que lleguemos ni a la mitad del trayecto.
Pienso en las pocas fotos que he sacado. Pienso en como me piden fotos. Pienso en que si uno sacara todas las fotos que se merece un viaje, no viajaría. "Una imagen vale mas que mil palabras"? No lo creo. Si fuese asi la Odisea, por citar un ejemplo epico, se podría reempalazar con una serie de fotografias tipo: Odiseo huyendo del Ciclope (foto movida) una selfie de Odiseo y Calipso, una foto de las sirenas sacada por un marinero, porque Odiseo está atado al palo mayor, otra de Itaca, vista desde el barco, etc.
Lo mas duro de sacar una foto en un viaje en moto es que tenemos que parar, y eso nos corta el ritmo. Ademas corremos el riesgo de perder la caravana. De todos modos me prometo sacar muchas mañana, cuando empecemnos a subir el cerro.
Llegamos por fin a un pueblo de cuyo nombre prefiero no acordarme, muy cansados. Encontramos un hotel. Acomodando la moto hice una mala maniobra y se me cayó, sufriendo raspones varios en el carenado flamante.
Dios, como me dolió.
Hubiera preferido tajearme una pata, o un brazo, porque lo mío se cura solo, pero no. Fué a "La Peregrina", justo en el frente, como un especie de señal del oprobio.
Y bueno, el camino te dá, y el camino te quita.
Hasta mañana.