por LeoM el Mar May 08, 2012 8:28 pm desde Buenos Aires, Argentina
Cuando sono el telefono, estaba tirado sin zapatos en la cama con mi mujer al lado y los nenes jugando por la casa, eran las 16.20hs del nublado y fresco domingo del 30/04/12, y jamas pense que 7 hs mas tarde iba a terminar en otro pais, en una noche helada de esas que duelen siguiendo el blanco haz de la moto por rutas detenidas en el tiempo, que me llevaban sin señales ni indicaciones alguna a un pueblo llamado Carmelo.
Quien me llamo es mi amigo, un gran compañero, no de ruta con la moto porque en este tema es un completo dominado, pero si es de esos tipos con los que te vas a la luna sin pensarlo.
Se fue el pelado y dos pibes en un semirigido a estrenar a un lugar que se llama Carmelo hoy a la mañana -me dice-. Eso es cerca no? Vamos? No es lejos no?…..Me vuelve a preguntar.
Lo corri por donde me iba a decir que NO, porque en realidad esa mañana bien temprano ya habia utilizado mi credito yendo a volar con otro amigo y realmente estaba muy comodo en la cama, y le suelto: Voy si vamos en las motos, sino, no voy (ahí vi como a mi mujer le cambiaba la cara), y no tardo para soltar el “quiero” y asi ganarme fácilmente la partida!
50 minutos mas tarde, gambeteadas las mil puñaladas de la jabru, la moto, una Kawasaki Ninja 250r del 2011, lucia una hermosa mochila enredada con un chaleco reflectivo, llena de esos accesorios que tanto nos gustan a los hombres y venden en las casas de repuestos de motos y otros de camping tambien,
Escucho que llega la twister roja a casa, abro el porton y en un abrazo le digo vamonos rapido porque se va a poner duro esto,…..porque no es cerca del Tigre eso? Dice sin ponerse colorado….Hijo de puta no tenes la menor idea a donde vamos!!!!
Un poco mas de una hora mas tarde, estabamos cruzando el sistema de puentes que separan a la provincia de Bs As con su vecina Entre Rios, completamente de noche tragandonos las lineas pintadas sobre la autopista que nos llevaba a Gualeguaychu, donde parariamos un rato mas largo de lo que lo hicimos para tomar un cortado en la ypf de Zarate.
La velocidad optima eran 110 km/h en el tablero de la Ninja (125 km/H en el de la Honda), viajando en tandem para que la tw pudiera hacerlo tranquila, y asi fue como se llego esa deseada segunda parada, tranquilo.
Repostamos combustible, tomamos café y agregamos un par de medias al total de capas de ropa que teniamos, montamos y salimos nuevamente rumbo al puente internacional. Esos casi 40 km que habia por delante son hermosos para hacerlos en moto. Subidas y bajadas y un final a todo pino junto a la ruta con el imponente paisaje que brindan el puente y a su lado, la conflictiva botnia hechando humo y calor al cielo, con un faro tipo strobo, imagen que me recordo a la fabrica quimica de la primera batman de tim burton en ciudad gotica.
En la aduana, siendo las 21.20hs,.. nos miraron raro,…. a donde van? A Carmelo. Ah,… -nada mas que eso dijeron y el tramite duro lo que un cigarrillo,
Comenzamos navegación por rutas urugayas, saque el gps y lo pegue en el tanque. Lo primero que vi es que la ninja no mentia ni 1 km/h con respecto al garmin,
El aparato empezo a darmos ordenes y comenzamos a obedecerlas, la ruta fue excelente hasta una ciudad llamada Mercedes, De ahí para adelante me mando por caminos que por momento parecian atajos, con curvas de mas de 90 grados hasta que se acomodo nuevamente y le dimos parejo hasta un pueblo llamado Dolores
La noche cada vez hacia sentirse mas, tirandonos todo su rocio y frio que atacaban cuanto lugar tuvieramos mal cubierto .
El Gps indica falta de bateria, por lo que ni bien cruzo el puente de hierro que es casi la puerta de entrada al pueblo lo apago, ya que iba a necesitar mucho de el mas adelante, la falta de carteleria informativa era total. En el movimiento se ve que lo afloje un poco y las lomitas de burro se encargaron de que mi garmin termine sus servicios para conmigo por siempre en tierra urugaya. La calentura la apagamos con unas pilsen, unos chivitos y un riquisimo pancho con queso en un carrito estacionado frente a una hermosa iglesia, muy grande y vieja que parecia quedar de las misiones jesuitas de hace mas de 200 años.
No teniamos idea de cómo era el paisaje que nos acompño hasta alli, tampoco el que iba a venir por delante, asi que hablamos de la aventura que estabamos llevando a cabo, me lamente una vez mas por la perdida y a las motos de nuevo.
Zorros, liebres, lechuzas y otros bichos, asombrados por las luces cruzaban a gusto la ruta, pero de gente y autos, nada., eramos solo nosotros dos, y esa dos maquinas de cuarto de litro rompiendo el silencio y la soledad del campo uruguayo.
Nueva Palmira, muy quieta y sin movimientos nos despidio para que supuestamente después nos reciba Carmelo. La ruta mostraba su peor condicion y un flashback vino a mi mente imaginando un cartel arruinado, caido hacia un costado, de unos 50 años todo doblado por la accion de la erocion. En la mismisima boca del lobo pare la moto, y le pregunte a mi compañero si le parecia haber visto “algo” unos 3 minutos atrás al costado del camino. Yo no vi nada, dijo con la mandíbula congelada . A mi me parece que si,.. volvamos,…y recorriendo muy despacio esos kms con la luz alta ayudandonos encontramos lo que no habia sido una ilusión
Del fallecido cartel con una flecha impresa y el nombre “Carmelo” salia en forma de empalme una ruta aun mas angosta, en la que se podia apreciar mas arboleda sin casi verla. Fueron los ultimos km que recorrimos para llegar, a este tambien extremadamente tranquilo pueblo, asentado sobre las costas del rio Uruguay,
Alli nos esperaban el pelado y sus amigos, en un hotel lamentable, que no iba con su ducha de agua fria poder sacarnos el frio que habiamos chupado durante mas de 400 kms, esa tarea la hicimos con unas pilsen, zillertal y patricia, las tipicas y ricas cervezas del pais vecino que servian en el unico bar que permacia abierto.
La vuelta, de dia y tempranito mostro lo mejor del camino que habiamos hecho. Unos paisajes totalmente agradables, naturales, lindos aromas, con pueblos muy autoctonos, gente muy tranquila, era como que muchas cosas parecian estar detenidas en la decada del 50, valio la pena verlos.
Cuando quiero explicar la sensación y placer de volar, utilizo una frase que me dio mi tio, un viejo piloto también, y dice:…….“Mientras en la tierra, los hombres alaban a gritos sus obras, los pilotos desde el cielo, admiramos en silencio la obra de Dios” Yo le agregaria un asterisco “*” o una salvedad, creo que todos aquellos, que alguna vez hayamos viajado en moto, no la admiramos,… la DEVORAMOS
Leo