Aventuras de un adulto joven: Dakar 2010 y 2011

Fotos:
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- AVENTURAS DE UN ADULTO “JOVEN” -
(Ignis vestis est)
Segundo año: síndrome del Dakar

Una vez más la planificación -que causa tanto placer como el viaje en sí-, contactos, puesta a punto de mi XT600E 1999 y que alcancen los billetes.
Dos meses organizando todos y cada uno de los detalles, nuevamente a hacer gimnasia intensiva para reforzar la espalda y el cuello, glúteos, brazos y muñecas, piernas y rodillas… algunas rutinas al mejor estilo de las Barbies (levantar los pompis y endurecer los muslos) que sirven muchísimo para aguantar tantos miles de kilómetros arriba de una moto. Luego a recortar uñas de los pies para no romperlas con las botas y los golpes… experiencias haciendo Enduro en la cordillera cuando vivía en Chile. Finalmente revisar la dentadura. El único tramo que viajé solo fueron los primeros 1.500 km desde Buenos Aires hasta Jujuy.
Lo lindo de andar en moto es el contacto con la naturaleza, sin apuro, olisqueando la tierra húmeda, tormentas, cultivos y cosechas, adentrándose por senderos para ver mejor el paisaje, sentir el viento (cuando está suavecito se disfruta). Y si viajas a la velocidad de crucero que siempre llevo a veces te acompañan una bandada de pájaros curiosos.
Lo que no mata fortalece, y los vientos cruzados obligan a estar muy atento, tomar mucho líquido por la exigente concentración y obligado a parar bastante seguido al menos en mi caso que tengo un trasplante. En la tercera jornada saliendo desde Buenos Aires demás está decir que de la cintura para arriba empecé a oler como maquinista de submarino luego de seis meses continuos de inmersión y, de la cintura para abajo, como un camión de transporte de ganado versión Heavy Metal… Si no limpiaba las medias como sea quedaban crujientes… llevé sólo dos pares. Recién de varias semanas desde el inicio de la travesía me pude bañar incluso con jabón y shampoo; acto seguido pensé seriamente si quemaba la ropa motera o pacientemente me dedicaba a lavarla por lo menos tres veces seguidas, incluso unas buenas pasadas de Lysoform. En este viaje como plato de entrada la nueva autopista Rosario-Córdoba, ríanse del mítico Dead Valley en EE.UU. ¡No hay nada! Bajo la sombra de un puente estábamos moteros-aventureros tomando agua y más agua. Pasando la ciudad de Córdoba (Ruta 9) no había abastecimiento de combustible por problemas con el gobierno y entre Jesús María (Córdoba) y Loreto (Santiago del Estero) viajé unos 310 km a 70km/h con el tanque a medio llenar; llegué con las últimas gotas gracias al infaltable bidón que siempre llevo en la ruta. Esto me hizo agregar una noche extra en Tucumán en donde se fisuraron tres costillas al tropezarme a oscuras contra un mueble del hotel. El doc me indicó reposo y aquí estoy mes y medio después con 11.000 kms encima, típico síndrome agudo motociclista. Mi incentivo era seguir el Dakar como sea aunque con los añitos el cuerpo acompaña un poco menos luego de un porrazo… las fisuras eran hacia el exterior así que me quedé muy tranquilo (estoy poseído, no me sanen.) Aunque sigo durmiendo sólo de un costado…Ya en Jujuy el dolor era insoportable, llamé a otro matasanos y le dije que ni pensaba hacerle caso, que me diera otra inyección y una receta para comprar calmantes contra el dolor que no provocaron somnolencia. Hubo un entendimiento inmediato, su hermano también iba a seguir el Dakar sin recuperarse del todo de una doble fractura de clavícula…
Equipo: bidón de 1.5 galones (5.6 litros) de los que usan los quads, prácticos porque son muy fáciles de amarrar y se pueden colocar acostados, la indispensable armadura medieval de protección para sufrir más cómodo el calor del verano (la sal de la transpiración se queda pegada en la ropa, bué, sirve para los que tenemos hipertensión), mi nuevo casco de Enduro Airoh S4 muy aerodinámico, con visera y no muy ruidoso, guantes y ropa para verano/invierno para el cruce de Jama –muy necesaria incluso en verano-, la máquina de fotos que se bancó 9º bajo cero, tierra, sol y sal marina, cubiertas Metzeler Sahara Enduro 3 con un rendimiento notable sobre cualquier superficie incluso en la lluvia que además se gastaron menos que las Pirelli MT60 del año pasado, cámaras, inflador, kit para pinchaduras, lamparitas, fotocopias de la documentación de la moto y las personales, copias de las llaves de contacto, del candado para el disco de freno y fusibles de repuesto, las herramientas de rigor que siempre, siempre son insuficientes, una linterna LED que fue de gran utilidad, una faja de Motocross para mantener derecha la espalda y apretar las costillas, ropa descartable (es decir, irremediablemente maloliente a más no poder), la mochila hidratante Camel Bak de 3 litros de capacidad que mantiene el agua fresca incluso después de una jornada en el desierto y este año una muñequera –vieja herida de otra batalla-. La carpa de U$S 15 comprada nueva de marca “No preguntes” cumplió su ciclo luego de dos ediciones del Dakar Argentina-Chile; le tenía ganas a una Doite para trekking (más livianas y ocupan menos espacio) pero los morlacos no alcanzaron. Hubiera sido fantástico llevar una cámara en el casco. Si alguien la presta me comprometo a viajar y filmar lugares increíbles (buena excusa para hacer rutas…)
¿Alimentos? Latas de arvejas, de atún, de palmitos y de duraznos, un poco más de eso, almendras, pasas, barras de cereales, un poco más de latas, algún lácteo para rápido consumo, nada de galletas porque se trituran y el pan se seca demasiado rápido y fruta en los oasis. La basura es todo un tema, hay que llevársela. Si hubiera tenido espacio llevaba ADES (alimento de soja) porque no se corrompe con las grandes fluctuaciones de temperatura que hay en Atacama o cualquier otro desierto.
Conocí en Salta y Mendoza a personajes del foro mas otros colegas chilenos y una banda de sudamericanos y europeos. Y una parva de gente que sufre nuestra misma enfermedad cuyo síntoma visible es andar sucios, transpirados, cargados de bultos, de agua potable, combustible, las motos roñosas (excepto la cadena) y generalmente famélicos, con una permanente e imborrable sonrisa con ganas de compartir una cerveza mientras el grupo exagera sus hazañas a la sombra de los árboles en un pueblito o en una estación de servicio.
Bué, empieza la verdadera aventura: el fuck… cruce por Jama (Ruta 52 Purmamarca-S. P. de Atacama), bastante complicado más si se hace de noche como nos pasó a nosotros con mi Tetona Azul apunada que por testarudo no quise adaptarla a la altura (5.000 m.s.n.m. máximo) y la BMW F650 GS Dakar de mi compañero de rutas con problemas eléctricos… se nos hizo de noche, no había vuelta atrás y aunque teníamos buen equipamiento de invierno la pasamos mal, no tanto como las motos… la nafta casi congelada que empeoraba las condiciones (supongo que la mezcla muy fría no es buena para la combustión, lo que será en Invierno) pero al menos las corrientes térmicas estaban durmiendo y el viento no molestó para nada. Hay y hubo muchos reportes sobre los vientos cruzados en esa zona, motociclistas que se lastimaron mucho y vehículos volcados. Sabiendo que la aduana del lado chileno iba a estar cerrada cuando íbamos llegando, pensamos en acampar en la entrada hasta que apareció una patrulla de carabineros, pidieron documentos y nos dejaron pasar por un desvío con la promesa de cumplir con el papeleo al día siguiente. Gente macanuda dispuesta a darte una mano siempre que respetes las reglas de tránsito.
Después fueron puras jornadas de desierto incluyendo un día “de paseo” con un guía en moto por traileras muy técnicas en donde aproveché para comprar dos terrenitos cayéndome en la chusca-talco (guadal) -jeee fuimos varios al piso resguardando mi orgullo- y aprendí muchísimo sobre cómo llevar la moto mejor que nunca para el resto de las jornadas –no quedaba otra porque me hubiera quedado separado del grupo-.
Participar en el Dakar como espectador es extraordinario: imagínense un camión volando sobre una duna y después derrapando mientras la baja, los equipos oficiales categoría motos con sus mochileros (sus mecánicos) corriendo a la par y a veces ganándole al piloto estrella… buggies monstruosos (Categoría Double) saltando todo el tiempo, todos los competidores pasando por lugares recontracomplicados, tierra y polvo-talco formando nubes, remolinos de viento bastante poderosos –mejor que no te toquen andando en moto-, gozar de la mecánica, colores, olor a combustible, aceite y embragues quemados, una impresionante organización (al menos siete helicópteros, hay dos que filman); por algo esta competencia atrae a tanta gente incluso en el desierto de Atacama. Encontré moteros suizos, brasileños, alemanes, holandeses, belgas, de Argentina, Chile y ¡un finlandés! Muchos de ellos con motos veteranas como la mía y otras costosísimas, un venezolano con una moto diminuta (125c.c.) que salió de Caracas hace diez meses rumbo a Ushuaia-Buenos Aires, la costa del Atlántico hasta su país trabajando por el camino para poder seguir… también fuimos parte del colorido del Dakar.
Ya con más tiempo, un poco de miniturismo visitando los alrededores de San Pedro de Atacama. Lo más fascinante son los Geysers del Tatio –incluyendo gaviotas nidificando a 4.200 s.n.m.- y las lagunas altiplánicas, en donde la cuenca forma sal no por evaporación como las nuestras sino por surgencias de aguas subterráneas que salen a la superficie arrastrando sal por el camino. 3.000 kms cuadrados sin viento ni nubes, frío y calor extremos.
Luego nuevamente puro Dakar en varios tramos, llegadas, partidas, check-points y parques cerrados para gozar y gozar. A pesar que luego de cada jornada limpiábamos la cadena como podíamos (yo con X-rings reforzada) para luego lubricarla (mientras mascaba un calmante) tuvimos que hacer noche sobre la costa camino a Antofagasta para hervirla en aceite usado de motor -viejo truco- y con eso aguantó hasta Santiago, un par de miles de kilómetros para abajo. En Copiapó fuimos recibidos por mis compadres los Lomo Vetao, una agrupación variopinta fanáticos del asado y del buen vino; les llevé tres botellas de torrontés salteño que arriba de una moto cargada es casi una proeza. El año pasado les di Fernet pero no tuvo gran éxito, a los moteros chilensis les gusta los elixires dulces. Por segundo año ese oasis fue la meca de los tierreros: vimos dos llegadas, salidas, check-points del Dakar incluyendo las acampadas, agregando las que ya habíamos estado más al Norte..
La chatarra alemana de mi amigo siguió con problemas, murió la batería y para darle corriente había que desarmar media moto… él no quería empujarla porque los sensores, el convertidor catalítico y la mar en coche para qué caraj*** se llama GS Dakar… así varios días… recién pudimos conseguir otra batería en Antofagasta y fue un problema interminable instalarla, además se necesitan llaves especiales Tork (de estrellas ) que vienen como accesorio para las BMW (es decir que hay que pagarlas aparte…) otro ejemplo es que para ese modelo cambiarle el foco delantero significa sacar el tablero completo… por eso amo las motos japonesas.
Finalizado el Dakar en Chile, algunos rumbeamos por las playas y gozamos de más chusca, ripio finito pero muy suelto (cómo odio el ripio), zonas traicioneras cubiertas por arena muy delgada sobre el camino, calamina (serrucho) y caminos “mejorados” llamados vichufita (tierra impregnada con sal) que al anochecer se pone jabonosa por el frío y la humedad costera, al revés que el asfalto. Ya no me importaban las probables caídas, lo puedo hacer con estilo, nada de caerse de hocico y morder el polvo o quedarme atascado con la pierna debajo del motor tratando de cerrar el paso de nafta para apagarlo sin derramar combustible. Hicimos un descanso en el Parque Nacional Llanos de Challe sobre la costa del Pacífico (a mi gusto la mejor playa de Chile) y uno de los guardaparques me conocía del Dakar 2010, nos atendieron de lujo. Tengan en cuenta que son moteros, el único medio de transporte para vigilar el parque, y porque somos una comunidad muy unida.
Me llama el desierto: paisajes marcianos, ni viento ni nubes excepto en la Ruta 5 Norte (Panamericana), silencio total, acampar con la cabeza hacia la salida de la carpa y disfrutar del Universo: estrellas, planetas, constelaciones, del polvo galáctico (no se rían por favor), playas solitarias sin rastros de humanos, cero lluvia, humedad e insectos (el desierto de Atacama es el más seco del mundo), y oasis perdidos en la nada en donde cultivan toda clase de frutas, incluso tropicales. El sistema de alta presión atmosférica que rige en gran parte de la cuenca del Pacífico de nuestro continente hasta Californication salvando Centroamérica mantiene a los cielos límpidos excepto la fuc*** bruma de todas las mañanas en las playas… ni una nube o lluvia en el altiplano o en la meseta intermedia chilena durante los avistamientos dakarianos y acampadas, obligatorio usar una gorra, bloqueador, camisa y pantalones largos, ¡medias! (cómo duelen esas quemaduras de Sol…) Los anteojos oscuros de buena calidad son indispensables casi tanto como el agua.
Bajamos hasta La Serena en donde me esperaba mi gran amigo Claudio, loco lindo si lo hay. Aproveché para visitar a mi compadre de los Zorros Todoterreno, Pompeyo, el gurú de esa agrupación de la cual soy miembro honorario, y quien fuera campeón de Motocross junto con Felipe Horta y Winston Colvin (conocidos en la Patagonia argentina). Acababa de celebrar sus 50 años arriba de una moto (buá, llevo 40 en mi caso aunque con varios períodos de sequía).
Mi compañero-de-ruta-con-hormigas-en-el-traste me dejó solo camino a Santiago de Chile y la moto empezó a fallar… anduve un buen trecho, algo así como 100 km en medio de la nada con el motor rateando porque me costó conseguir un compresor de aire para limpiar el carburador. Ya conocía el truco porque no fue la primera vez que me vendieron nafta sucia, lo mismo pasó a la ida pasando Jujuy y una vez acá en Buenosh Airesh.
Un dato: cuando hay viento feroz, mientras más despacio andes más se mueve y tiembla la moto hasta casi volverse insoportable. Al menos las Enduro con parabrisas y carga. Una verdadera prueba de autocontrol, de verdad. A mayor velocidad mayor efecto giroscópico que le da direccionabilidad a las dos ruedas y así se puede mantener el equilibrio dinámico.
Ya en Santiago de Chile mimé a la XT llevándola a lavar en un lugar super top, luego a desarmar media moto (excepto el motor y la instalación eléctrica) menos mal que lo hice porque tenía desgastes en varios componentes no presupuestados provocados por siete jornadas en los senderos del Dakar: reemplazo del eje trasero completo con sus bujes, rodamientos y gomas antitorque, el delantero a medio camino, kit de transmisión, cable de embrague y un mantenimiento a fondo: una pulida a las pastillas de freno (el guadal-talco no perdona), revisión de la horquilla, revisar de proa a popa el circuito eléctrico, apriete de bulones, pernos, tuercas y tornillos – esto último seguramente fue la primera vez que se le hizo en doce años de uso-, cambio de filtros y de aceite -sigo con el semisintético- una nueva bujía esta vez de iridio, completar el nivel del líquido de freno y unos repuestos que siempre viene bien tenerlos a mano. Lamentablemente no conseguí las membranas de las campanas del carburador y nuevos resortes de horquilla, igual no tenía ni presupuesto ni tiempo disponible para esperar a que lleguen. El taller Yamaha que me aconsejaron resultó ser excelente, la mano de obra muy razonable y me da la sensación de que los precios no son tan distintos a los de nuestro país. Para no aburrirme durante las dos semanas de espera ayudé a mi amigo Vitoco (que sigue comprando motos 2T para rescatarlas del abandono, (¡ya va por la sexta!) a las cuales restaura en su taller de mecánica, chapa y pintura. Era la última semana de enero y la primera de febrero: había que entregar y retirar vehículos a domicilio de su taller y me pidió que le diera una mano. Me di el gustazo de manejar varias naves: Toyota 4Runner VVTI V6 4.5 litros, Mercedes S 430 V8 TipTronic, Nissan Navara turbodiesel (de las que corrieron en el Dakar), Subaru Legacy 2.0 y 3.0 6 cilindros boxer, ¡un taxi!, varios Toyotas, Hyundais, Samsungs (excelentes) un Kia, un BMW feroz y las berretadas USA de ahora que viven en el taller y ni hablar si las chocaron…
¿Naturaleza? Más que nunca: cangrejos, medusas de terror, mucha playa, perros y aves simpáticas del altiplano y de la costa, lagartijas, guanacos, vicuñas, burros y en Salta un grupete de abejas desesperadas por tomar mi Ginger Ale: la única manera de echarlas de adentro de mi vaso (se sumergían las mariconas) era sacudirlas para que se dieran cuenta que el que había pagado por la bebida había sido yo y no ellas. Lindo recuerdo: en el desierto no hay insectos a la vista y al final se los termina extrañando.
¿Motos? Las indestructibles KTM 990 y 690 junto a las Honda Africa Twin (algunas última serie, inyectadas), las XT660 brasileñas, las Suzuki V-Strom 650 (esos bichos con ruedas de tacos andan bien en la arena) y una sorpresa: una MotoGuzzi Stelvio Trail que se las trae. Y las porong*** BMW GS 1200 Adventure actuales con su sistema eléctrico “especial” en serie que si se rompe un guiño por una caída se quedan muertas en medio de la nada… digo las actuales porque las GS1150 no venían con electrónica y la tornillería es de fierro nomás… aunque llevaban la batería debajo del tanque… amo las japonesas, y si son veteranas mejor.
Y… nada de GPS… solamente mapas impresos en un locutorio a escala reducida puestos en mi tank bag. Digno de un rudo vikingo a prueba de todo.
Finalmente, el postre fue cruzar por el Paso de los Libertadores justo antes de una tormenta que dejó el camino cortado, me salvé de un sismo bastante fuerte que se sintió hasta en Santiago de Chile, y volví con algunos aguaceros por el camino después de muchas tormentas en Mendoza, San Luis y Córdoba del día anterior. Terminé mis vacaciones con $7 en el bolsillo y tres litros de combustible en el tanque, mucho más emocionante ¿verdad?

Conclusión: a veces me da la sensación que entiendo poco y nada de la vida cuando me bajo de la moto luego de muchos kilómetros y llego a una gran ciudad…



DATOS:
Dakar 2010 Dakar 2011
5.500 km 11.000 km
22 días (incluyendo ciudades) 46 días (incluyendo ciudades y taller mecánico)
2 jornadas de Enduro 7 jornadas de Enduro
Recién dado de alta del trasplante 3 costillas fisuradas desde Tucumán

Saludos,
Gabriel

Muy buen relato y fotos!!!!

Saludos

Lujo de detalles!! Me pareció que estaba ahí , saludos

Me lo lei todo y vi TODAS las fotos......!!!!! simplemente

Muy lindo relato y hermosas fotos, fue como poder vivirlo a traves de ellos.....

La edad solo es un numero que esta en el documento, con la actitud que tenes sos un pibe!!!!!!

Gracias por compartir tu viaje con nosotros!!!!

Saludos!

Hola, actualización de fotos (nuevo álbum)
https://picasaweb.google.com/1171839230 ... 8511125538

Saludos.

Alto relato Gabriel !!!!

Mis felicitaciones por darte estos gustos !!!

A las fotos no las puedo ver qero si son un 10 % de lo que describís, deben estar espectaculares

Ya activé Picasa para compartir, ¡disfruten las fotos!

Ya activé Picasa para compartir, ¡disfruten las fotos!

che no puedo ver las fotos tuyas.
podrias poner nuevamente el link??
o me pongo

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che no puedo ver las fotos tuyas.
podrias poner nuevamente el link??
o me pongo

Ahí va el link nuevamente, saludos.
https://picasaweb.google.com/1171839230 ... 3098077490

Fantasticas las fotos viejo. Lindos momentos.

Estas con ganas de hacer un viaje similar para enero del 2012??

::ap


Fantasticas las fotos viejo. Lindos momentos.

Estas con ganas de hacer un viaje similar para enero del 2012??

Síii!!!!! Estuve juntando los morlacos y la Tetona Azul está casi lista . Si te parece bien estemos en contacto, por vos y otros colegas, vivo en Buenos Aires. Mi dirección de correo es
sin_foto@yahoo.com.ar

Hola veteranix,
habia ya leido rapidamente tu relato tiempo atras pero ahora con mas tiempo y que pude ver las fotos, te felicito por el viajecito, la verdad aventura pura, gracias por compartir.

Un saludo

¡Agradecido por las respuestas!

vas este año , yo pienso ir por paso agua negra es lo que mas me conviene hasta ahora , hacer noche en vallenar la serena etc y llegar a copiapo uno o dos dias antes para ver pasar despues el dia de descando de ello aprovecho para subir hasta antofagasta verlo ahi , subir hasta san pedro de atacama y bajar por paso de jama bs as que te parece la idea si queres pasame data que lo tuyo es un lujo en el post mira que vamos dos en sendas 250 tranquie la idea es hacer 15 dias y vedr cuantos billetes gastamos 5000 mangos cada uno se podra llevar haciendo carpa ntras motos son economicas y con pocos km de o ya las probe en la ruta hice dos viajes este año para aclimatar fui hasta las salinas cerca de susques desde bs as 4000 km ok y ahora hace poco hasta san luis asi que esperando contento para salir el 2 si dios quiere espero tu respuesta gracias
juan carlos

vas este año , yo pienso ir por paso agua negra es lo que mas me conviene hasta ahora , hacer noche en vallenar la serena etc y llegar a copiapo uno o dos dias antes para ver pasar despues el dia de descando de ello aprovecho para subir hasta antofagasta verlo ahi , subir hasta san pedro de atacama y bajar por paso de jama bs as que te parece la idea si queres pasame data que lo tuyo es un lujo en el post mira que vamos dos en sendas 250 tranquie la idea es hacer 15 dias y vedr cuantos billetes gastamos 5000 mangos cada uno se podra llevar haciendo carpa ntras motos son economicas y con pocos km de o ya las probe en la ruta hice dos viajes este año para aclimatar fui hasta las salinas cerca de susques desde bs as 4000 km ok y ahora hace poco hasta san luis asi que esperando contento para salir el 2 si dios quiere espero tu respuesta gracias
juan carlos

- El Dakar 2012 no va a pasar por S.P. de Atacama, el Paso de Jama es infernal para andar y para una moto también, sea cual fuera la cilindrada, y en Jujuy y Salta es un desperdicio si solamente pasan de largo por la R9
- Antofagasta es lejos y sólo los podrás ver cuando bajan a la costa, nada especial
- Si pasás por el Paso del Agua Negra salís directamente a La Serena, de ahí son 320 km hasta Copiapó (con mucho viento y trepadas y una cuesta lenta). Vallenar es sólo un lugar para descansar un rato y cargar nafta (muy importante parar ahí)
- Si deciden volver por Paso de los Libertadores pueden acompañarme a unas playas excelentes a media jornada de Copiapó y mostrarles Santiago/Valparaíso/Viña del Mar/Reñaca y Concón (Litoral Central): buena comida (pescado, frutos del mar) y unos paisajes increibles (se hace en una sola jornada). De ser así son unos 5.000 kms en total si salen desde Buenos Aires.
- Para este año calculo arg$ 1.20 por kilómetro con todo incluido sobretodo por el precio de la nafta cuando te alejás de Buenos Aires y el precio de la nafta y de los peajes en Chile. Un camping barato cuesta a partir de U$$ 8 no sé si por persona o por sitio.
- El recorrido en kilómetros sin llegar hasta S. P. de Atacama sumaría estas distancias: 1.578 kms desde Buenos Aires hasta La Serena + 320 kms hasta Copiapó. Casi 2.000 kms de ida nomás, para llegar hasta San Pedro son muchos kms más, lo aclaro por el presupuesto. En el NOA la nafta está a por lo menos arg$ 7 y muchas veces hay problemas de desabastecimiento fuera de las ciudades.

Fechas de encuentro: 04/Ene en Santiago de Chile, 05/Ene en La Serena, 06/Ene en Copiapó. Los competidores llegan desde Paso San Francisco-Fiambalá-Copiapó el día 6, hay largadas y llegadas a meta, check-points, el día 08 hacen campamento (imperdible) ideal para acampar al lado de los competidores y la organización.
Indispensable: llevar 5 litros de nafta, equipo de camping y comida, agua y las motos en buen estado de mantenimiento.
Más arriba dejé un post con mi correo electrónico para que nos juntemo.