Esto escribía en enero del 2007...
Kawamaster escribió:
Me gusta mucho leer. Si encima es sobre lo que a uno le gusta, mejor!
El foro tiene mas de dos años. Al dia de hoy hay casi 27.900 mensajes… Muy pocas personas del grupo hemos leido todos o casi todos. Escondidos entre esta enorme cantidad de post, hay algunos relatos dignos de ser reflotados para que quienes se incorporaron en los últimos tiempos tengan la posibilidad de disfrutarlos.
Ahora, si alguno se levanto inspirado y tiene ganas de darle al teclado, por favor que lo publique aquí. Pueden exponer relatos propios y verídicos o ficticios (por favor, aclarar antes a que género pertenece).
Empiezo con un clasico… el relato del viaje al encuentro de Diamante que hicimos Quique (lagueado), Martin (vulcanrider), Fabian (cuñado de Martin) y yo en septiembre del 2005.
Ojala lo disfruten y por favor participen.
El original del relato esta en este link: viewtopic.php?t=721&highlight=floresKawamaster escribió:
Lo prometido es deuda… le dije a Martín que subiera las fotos que después las comentaba…
Pasaron un par de semanas, pero más vale tarde que nunca.
El viaje de ida empieza mucho antes de poner la llave en la moto. Las ilusiones previas, los preparativos y porque no las incertidumbres. Uno se va, y va a viajar en moto. En ningún viaje uno tiene certezas, pero en la moto los riesgos son mayores y en el fondo eso es lo que le da el gustito.
No íbamos una multitud, solo tres motos. Martín y su cuñado Fabian en el Vulcan 750 con un carrito “made in” Vulcanrider, Quique con su 11 y yo con la hermanita. La idea era salir antes del mediodía, pero la oficina no me soltaba… los llame y les dije… vayan yendo, ando complicado. Llegaron a Zárate y yo recién estaba cargando la moto… y salí corriendo literalmente. Cuando estaba entrando en la Esso de Zarate, siento un golpeteo… estaban cayendo unos gotones bárbaros… cargue nafta, me puse el equipo de agua y barrita de cereal de por medio seguí en la persecución de mis amigos. A todo esto ya estaban en Ceibas y en movimiento.
El tramo de Zárate a Ceibas lo hice con lluvia pareja… y lo disfrute muchísimo. Obviamente acá tuve que bajar el ritmo. Venia rapidito y escuchando algo de música, pero el ruido del aire no me dejaba escuchar bien. Cuando baje a 120… fue un placer. Venia con el equipo de agua puesto y sequito (llovía, pero no diluviaba), estrenando casco, la ruta en este tramo es semi-autopista y no había demasiado tráfico. Es decir, venia relajado, disfrutando el paisaje, el olor a lluvia… En el reproductor de MP3 tengo cargadas unas 60 canciones. A veces el “Random” me pone el tema justo en el momento justo. Y ocurrió, un tema de “Cold Play”, otro de Annie Lenox y ese tema de la propaganda… “Other side of the world”… en ese momento me pareció todo en su lugar! Esto me hace pensar que uno es como un coleccionista de mariposas. Se puede ver una mariposa y que pase simplemente o se puede atraparla, pero uno tiene que tener siempre la red preparada. Nunca se sabe cuando va uno a cruzarse con una linda mariposa.
Volvamos al viaje… Nos encontramos en Gualeguay donde por fin la lluvia nos abandono. Comimos juntos. El resto del viaje fue tranquilo. Saludando otros viajeros. Gente conocida (algún amigo de La Plata, cuando no) y gente que uno jamás vio pero que en la mirada ve las mismas ganas de disfrutar el viento en la cara.
Llegamos anocheciendo. Quique fue para Crespo donde tenia cuarto y Sra…. sep, la mando por encomienda. Nosotros armamos las carpas en el predio. La cantidad de motos ya no era sorpresa para nosotros, pero eran muchas. Luego a tomar algo al centro y a comer. En la puerta había una nave azul… una Goldwing que parecía 2006. Luego a mirar el desfile improvisado de las motos por la calle donde la gente toma una cerveza en la vereda y la multitud pide “CORTE! CORTE!” y un olor a caucho quemado impregna el aire…
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Al otro día uno se despierta y dice… era cierto, estamos acá.. el frío empezaba a apretar. Un bañito (a la mañana solía haber agua bien caliente en el predio, pero este año no tuve la suerte de años anteriores). Unos matecitos y alguna factura alemana que vendían en el camping para arrancar y salimos a dar una vuelta… Fuimos a un mirador en un barrio muy pobre. Los chicos vinieron como osos a la miel… da pena saber que tal vez, la única vez que se suban a una sea la vueltita que les di en esa cuadra. Las caritas… y el gracias “señor” fueron mucho mas que un justo pago.
Luego a tomar un café caliente en el bar DIVA que da a la plaza principal… siempre voy. Ya es un lugar “propio”. Y allí apareció Quique con su Sra. Pensábamos que lo habíamos “perdido”
Queríamos comer pescado de río. Nos hablaron de un club de pescadores que esta justamente a 100 metros de la entrada del camping del encuentro. Y para allá fuimos. Paramos antes en otro punto panorámico y aquí OTRA SORPRESA… unas damitas preciosas (tranquilos no pasaban de los 9 años) NOS PIDIERON AUTOGRAFOS!!! Jejeje.
Unos colegas que salían del club nos pasaron el santo… “Dorado con salsa de queso”… pero ya solo quedaba Boga que obviamente pedimos con la misma salsa… MUY BUENO!
Como no podía ser de otra manera, me encontré con un conocido. Hernán, un Harlero de ley que fue el “responsable” de que yo empezara a concurrir a los motoencuentros hace exactamente 2 años. Lo acompañaba un hermano uruguayo con esta Honda que se ve en la foto.
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Después a recorrer el predio. A todo esto, mi bestia se despertó con un cilindro en huelga… Andaba en alta, pero en baja era un tigre gruñon! Pensamos en una bujía empastada. Quique el “cirujano” dijo “DESARMEMOS”… yo le dije… “te parece?”… y metió manos a la obra. Identificamos el cilindro de la falla y fuimos a comprar la bujia y dejar un documento en garantía de la llave para bujías. Pero la falla seguía.. GRRRR… y estaba desarmada, así que siguió… podía ser una falla que había tenido unos dias antes. Las toberas de admisión (esos cañitos de goma que van de los carburadores al motor) que podían tener alguna “chupada”…. Había un ruidito a aire… pero no aparecía… bue. Aquí algunas escenas de pánico... y Quique con una cuba en la mano...
En resumen. Perdí y les hice perder a mis amigos la caravana mas larga de Sudamérica y no se si del mundo…. Hasta estaban los del Guinnes para comprobarlo. Por ello les vuelvo a pedir disculpas… y agradecer. Y la falla no ceso! MUCHA BRONCA. Todo el esfuerzo para nada. Saben que era? Un tornillo de la regulación de la baja que había decidido abandonar el segundo carburador.. jejeje
Perdida la caravana, quedaba el recital para desquitarse. Tocaba RATA BLANCA. Fuimos a tomar algo caliente a DIVA. Créanme, el frío que trajo esa lluvia, que por suerte no llego a Diamante, empezó a ser protagonista. Ya era tarde y se venia el recital, por lo que el café con leche lo terminamos acompañando con unas pizzas espectaculares del Café.
Volvimos al camping donde se hacía el recital. Impresionante la cantidad de gente que había allí. Parecía un estadio. Que voz… que guitarrista… el batero una bestia también... y cerraron con un par de clásicos que nos dejaron a todos llenitos.
Quique se rajo para el hotel… tenia 35 km. por delante. Martín estaba fusilado, así que me lleve a Fabián (su cuñado) para ver motos en el centro… Seguía el desfile de motos. Me puse a buscar a Beto de Rosario. Tiene una Vulcan y es el primer anotado real del foro. En la búsqueda me encontré a DANIEL de Mar del Plata que en sencillo acto protocolar, procedió a ponerle el calco al parabrisas de su Vulcan 1500. Hasta lo bautizo con Speed con Vodka… que personaje Dani.
También conocí a un mendocino que montaba una ZX-11 impecable quien se llevo su calco a cambio de la promesa de anotarse en un par de días… Loquillo, si ves a este caballero circulando por tus pagos, por favor decile que lo estamos esperando…
Al otro día viajábamos, por lo que a un horario conveniente volvimos la “campamento base”. Que es un horario conveniente?... lo dejo librado a vuestra imaginación.
En movimiento, no me di cuenta el frío que hacia. Una vez en la bolsa de dormir (acostado semi-vestido) y con la campera a modo de frazada, el frío aun se sentía notablemente. El problema era mi altura. No tenia espacio para esconder mi cabeza… y se me congelaron las pocas neuronas que tengo.
Cuando el sol apenas se había asomado un caballero de orígenes dudosos puso su motocicleta, con el escape libre por cierto, en un corte reiterado de por lo menos, minuto y medio… el sonido que profería su bestia creo que no solo despertó a absolutamente TODO EL CAMPING, sino también a buena parte del pueblo. Me es imposible detallar los epítetos e improperios que los despertados profirieron hacia su persona… solo a modo de ejemplo voy a permitirme recordar uno que provenía de una carpa cercana: “TU VIEJA TE PARIÓ POR EL OR…”. Martín, desde su carpa le grito: “OJALA SE TE PARTA UNA VIELA!!!”, sentimiento compartido por quien suscribe y posiblemente por el resto del camping. El inicial sentimiento de odio, termino siendo un festival de carcajadas por los “sutiles” comentarios que este hecho provocó.
Martín me despertó a la mañana con un “Dale Fer que te quedaste dormido... son las 10”... Como no había dormido bien a causa del frío y del salvaje del corte, me creí su chascarrillo y levante campamento en tiempo record... solo me di cuenta que me había “corrido” el reloj una hora cuando ya estaba terminando de cerrar la carpa.
Fuimos a desayunar, para variar a Diva. Allí nos saludamos con otros viajeros que también estaban efectuando el ritual de despedida del encuentro. Quique le estaba haciendo el aguante a su Sra. ya que nuevamente la mandaba por “encomienda” y el micro salía mas tarde.
Nos encontramos con Quique en Victoria donde había otra multitud de “peregrinos” que aprovechaba cada parada para estirar un poquito mas el encuentro. Aproveche para difundir “la palabra” del kawaclub y repartí unas cuantas tarjetitas. Aquí se ve una Kawa clásica de un amigo cordobés.
Comimos como bestias en Gualeguay. Quique y Martín pararon a cargar nafta en Ceibas en ESTA estación de servicios:Gente muy valiente.... según tengo entendido, Quique saco de las cubas de los carburadores de su bestia unos Sábalos y un par de camalotes...
Café en Zárate y despedida... y un chapuzoncito que nos deparó el tiempo en Campana, pero fue solo eso. Cuando paré a ponerme el equipo de agua, ya casi había parado, así que seguí viaje sin ponerlo.
Esto es un breve resumen. Mucha gente no tiene idea que es un encuentro. Ir y venir en el día no es lo mismo que poder quedarse. Las vivencias, las charlas... uno conoce gente de todas las latitudes. Ojalá les haya gustado.
Un abrazo y nos estamos viendo...
