Bueno el relato de mi viaje que realice en moto, espero que les guste.
DIARIO DE VIAJE A MACHU PICHU
Septiembre de 2010
Día 1 - 10/9/2010: Rosario – Termas de Río Hondo - 842 Km.
Para comenzar con nuestro viaje, nos encontramos en la Estación de Servicio “Shell” de Córdoba y Circunvalación, en mi barrio de Fisherton. Allí nos reunimos, a las ocho de la mañana:
Pirucho, Honda Varadero 1000;
José Luis, BMW 1200 Adventure;
Egon, BMW GS 1200;
Eduardo, Yamaha FJR 1300;
Mariano, Suzuki V-Strom 1000;
Adrián, Honda Varadero 1000;
Carlos, Honda Transalp 650;
y yo Luis, Kawasaky KLR 650.
Llegaron muchos amigos a despedirnos Guillermo, Mariano, Nico, Jorge, etc.
Finalmente, partimos los ocho jinetes en sus caballos de hierro hacia Machu Pichu…¡Comenzaba la aventura, tan soñada!
El viaje empezó bien. Nuestra primera etapa nos marcaba una etapa bastante importante en cuanto a los kilómetros a recorrer; pero ya en el primer desvío, en el cual Adrián siguió de largo, tuvimos una señal de que iba a ser complicado ir todos juntos y para el mismo lado, Jajajaja.
También en el camino pinché una goma de mi moto lo cual me alertó: Debía dejar de ir por todas las banquinas que se me cruzaran!!!
Llegamos a las Termas de Río Hondo después de un viaje tranquilo, nos alojamos en el Hotel Termal Casino Center. Después de una agradable y reconfortante inmersión en las pileta del hotel y cervezas de por medio nos fuimos cenar y luego a descansar.
Día 2 - 11/9/2010: Termas de Río Hondo – Susques 642 km.
Nos levantamos temprano, desayunamos y a las 9.30 hs. emprendimos el viaje hacia Tucumán. Ya empezó a cambiar el paisaje, campos con más tonalidades verdes y sembradíos.
Seguimos a Salta y Jujuy por un camino de cornisa. Los paisajes son espectaculares, montañosos, con mucha vegetación. En la zona de Jujuy pasamos por dos grandes embalses.
Seguimos a Purmamarca donde nos detuvimos y recorrimos este pintoresco pueblo,. En esta zona el camino se vuelve más árido. Luego atravesamos por el Gran Salar y siendo las 21 hs, llegamos a Susques. Nos hospedamos en un albergue. En esta última etapa comenzamos a sentir la influencia de la altura, tanto en las motos como entre nosotros.
Día 3 - 12/9/2010: Susques – Tocopilla (Chile) 548 Km.
Después de llenar los tanques de nuestras motos, a las 9 de la mañana partimos hacia el paso de Jama. Lindo día, soleado pero se hacía sentir el frío. Seguimos subiendo y la moto se puso más lerda, a pesar de que la levanté a 115 Km/h, llevándola a fondo. Nos rodeaba un paisaje sumamente desértico, entre imponentes montañas. En Jama hicimos los trámites de aduaneros necesarios y seguimos hacia San Pedro de Atacama (que es la aduana del lado chileno) Descubrimos que es un pueblito peatonal, muy pintoresco, con calles reducidas y muchos negocios. Algo que siempre me asombró de Chile: se encuentran sus banderas por todos lados.
Seguimos hacia Tocopilla. La ruta está rodeada por un desierto arenoso y montañas rocosa; el paisaje continuaba siendo muy árido y el viento muy fuerte. Nos obligaba a llevar las motos muy inclinadas, para poder resistir sus embates. En una parada para descansar, a Pirucho el viento le tumbó la moto, tanta es su intensidad.
Finalmente, arribamos a Tocopilla que es una localidad portuaria, Asimismo, en ella se dedican a la generación de energía; motivo por el cual se ve en toda la ruta, a ambos lados de la misma, torres de alta tensión, para la distribución de dicha energía. También encontramos pequeñas minas de cobre explotadas de forma familiar y artesanal.
Nos alojamos en el hotel Royal pero fuimos a cenar a un puesto del mercado llamado Caleta Real En este lugar, comimos erizo y abracoa regados con mucha cerveza. Finalmente…¡ el esperado descanso.!
Día 4 - 13/9/2010: Tocopilla - Arica 552 Km.
Nos levantamos a las 7 hs., para desayunar temprano y partir hacia Iquique.
El viaje transcurría entre la Cordillera de los Andes y la costa del Océano Pacífico, atravesando muchos pueblitos de pescadores y playas que invitan al viajero a darse un chapuzón y a tomar sol. Un paisaje diferente al cruce de la cordillera, ya que sumaba el mar a las montañas.
A las 12:45 Hs., llegamos a Iquique, nos detuvimos en una Shell, cargamos combustible y almorzamos algo livianito, para luego ir al Zoofri. En honor a la verdad, más caro que en Argentina.
A las 15 Hs., retomamos la ruta hacia Arica. Demasiado calor. Debimos detenernos en el cruce de Pisagua y Caminia, a tomar agua y tratar de conseguir combustible para dos motos. Poco a poco, el camino de desierto se transformó en una ruta entre dos cordones montañosos, con una gran quebrada, muy profunda, la que en su parte baja es cultivada y habitada por seudo pueblos. Y mantengo esta impresión porque los poblados eran mínimos, un simple amontonamiento de pocas casas. A las 19: 30 Hs., llegamos a San Marcos de Arica.
En la terminal de ómnibus, compramos los formularios para ingresar al Perú.
Luego fuimos al Hotel Costa Pacifico, muy recomendable.
Arica, inicialmente bajo el dominio peruano y conquistada por los chilenos en la primer década de 1880, es una ciudad grande, con un puerto muy activo, el primer puerto pesquero de Chile.
Fuimos a cenar, comimos mariscos y bebimos abundantemente…nos relajamos, la charla se extendió y se mezcló con el canto, reseña de viejas canciones criollas y andaluzas, himno nacional, de pie como corresponde. Continuamos cantando al compás de una guitarra que se nos sumó, hasta el hotel, muy pintoresco. Llegados allí, nos fuimos a descansar.
Día 5 - 14/9/2010: Arica – Arequipa (Perú) 454 Km.
Nos levantamos a las 7 hs, Estaba muy cansado y me sentía un poco engripado.
Recorrimos Arica, en la cual se estaban realizando muchos festejos por el Bicentenario. Cabe aclarar que la Independencia de Chile se firmó el 12 de febrero de 1818, pero el 18 de setiembre de 1810 asumió una primera Junta Nacional de Gobierno, tal como sucedió en nuestro país el 25 de mayo de 1810.
Subimos al morro donde se encuentra el Museo de la guerra con el Perú. Este lugar te regala una vista panorámica de la ciudad y el puerto.
Al arribar a la aduana para ingresar al Perú, nos avisaron que habían llamado del hotel donde nos alojáramos pues nos habíamos olvidado una notebook; así que Mariano, debió regresar a buscarla.
La salida de Chile, es rápida; el ingreso a Perú, un poco lerdo. Este último trámite nos llevó 2:30 hs. Seguimos a Tacna, fuimos al centro, a comer algo y luego, a proseguir el viaje.
La ruta es muy buena, no así el tráfico, que se complica dado que acá se respetan poco las indicaciones de tránsito.
Atravesamos un desierto, llegando a las 21:30 hs a Arequipa, la segunda ciudad peruana después de Lima. Es una ciudad típicamente colonial El centro de la misma se halla muy cuidado. Su plaza principal es muy vistosa. Nos alojamos en el hotel Libertador, cinco estrellas, Después de bañarnos, nos encontramos en el bar del hotel para tomar el trago de bienvenida, Para cenar, nos separamos puesto que cuatro se quedaron en el hotel y cuatro, entre los cuales me contaba, nos acercamos a una zona de restaurantes. En uno de ellos, cenamos ceviche, comida típicamente peruana, de entrada y luego unas pizzas…por supuesto todo muy regado para que pasara mejor…decidiéndonos luego de la comida y las libaciones, ir a descansar.
Día 6 - 15/9/2010: Arequipa – Cusco 611 Km.
Nos levantamos y realmente desayunamos como corresponde a un Hotel de esta categoría. Siendo ya las 9 hs. De la mañana, partimos hacia Cusco.
Nos detuvimos en Yura a cargar combustible; allí, la nafta es de 84 octanos, pero la verdad es que en mi moto no se notó para nada. Solicité el baño y la señora que despachaba el combustible, me dijo que estaba malogrado, así que hiciera pis al costado de un camión. En Argentina, después de la epidemia de cólera, por lo general, los baños están en buen estado de higiene.
Seguimos hacia Juliaca; para arribar a la misma, el camino es de cornisa con muchas curvas. En sus inicios el paisaje es muy árido transformándose luego en un valle fértil, donde se dedican a la ganadería. Pasamos por un gran lago; pudimos observar que por medio de canales llevan agua a los distintos campos. Nos detuvimos en Ayaviri a comer, En este lugar, nos prepararon ,en un barcito, un sándwich de queso y huevo frito, muy rico…¡ tanto que me comí dos!
Faltando 150 Km., para llegar a Cusco el paisaje se torna muy acogedor, pues hay más tonalidades de verde y árboles y aumenta la actividad agrícola. Dicha actividad económica se desarrolla aprovechando las faldas de las laderas, pues se siembra en terrazas para extender al máximo el área cultivable. Es notoria la cantidad de carteles recomendando el cuidado del agua, que es fuente de vida.
A las 19:30 hs, llego a Cusco, dirigiéndome a la plaza principal, a encontrarme con los demás ya que esta zona muy del camino estaba muy trabada por el tránsito, lo que nos obligó a separarnos.
La Plaza de Armas conserva idéntico estilo colonial que la mayoría de las ciudades de esta región: En ella se observan la Catedral, una fuente, otra iglesia, negocios y no podía faltar un MC Donals. Estuvimos cerca de una hora hasta que nos juntamos todos, hecho que nos transformó en alguna medida, en parte del espectáculo del lugar puesto que la gente se acercaba a ver las motos y a preguntarnos de donde veníamos. La policía turística es muy amable. Nos hospedamos en el Hotel Centenario, muy prolijo y de grandes habitaciones.
Nos bañamos para salir a comer, haciéndolo en un restaurante frente a la plaza de Armas, Incagril. Entre otras propuestas para nuestros paladares, probé el Cui asado que me pareció muy rico; además, como toda la comida de acá, estaba muy bien condimentado. Con Egon y Mariano, fuimos al Pub Norton; tomamos pisco, cerveza y jugamos a los dardos, enseñándonos un poco la técnica un compatriota que vive en Cusco hace unos 8 años.
Día 7 - 16/9/2010: Cusco
Nos levantamos luego de un prolongado descanso con la idea de recorrer la ciudad y contratar la excursión a Machu Pichu para el día siguiente.
Recorrimos un poco, compramos algunos regalos, fuimos al museo del Inca. En este museo, la recorrida con un guía nos llevó dos horas. A pesar de que se torna un poco pesado, debido a la abundante información sobre las muchas culturas que habitaron el Tahuantinsuyo, la propuesta es interesante.
Al salir del museo, fuimos a Papillon a almorzar, pizzas y pollo con arroz; yo me comí un heladito en Mc Donals. Y me fui a dormir… estaba muy cansado.
Me levanté a las 18:30 hs, y nos juntamos en el lobby del hotel, partiendo hacia el centro, ocho cuadras, donde compramos más regalos. La cena la realizamos en el Norton Pub, donde pedimos unos muy buenos lomitos con papas fritas con cáscara ; cervezas y tragos.
Día 8 - 17/9/2010: Cusco – Machu Pichu
Nos levantamos a las 5 hs, desayunamos y nos pasó a buscar la combi de la agencia de turismo que nos llevó hasta la estación de Oyataitambo, donde abordamos el tren Incarail, muy cómodo, panorámico y que ofrece servicio a bordo.
El recorrido dura casi dos horas, transcurriendo al costado del río. En algunas partes se visualiza el camino del Inca, al cual los más osados recorren de a pie. Llegamos a Aguas Calientes, una localidad muy pintoresca, con todo muy preparado para el turista. Nos subimos a la combi que nos llevó hasta la entrada del ansiado destino: el Machu Pichu. Nos esperaba un guía para realizar una recorrida por esta mística ciudad, explicando todas sus costumbres creencias religiosas y hábitos. También, un poco de historia sobre la colonización española y explicaciones sobre el conocimiento arquitectónico y geográfico de los Incas, gracias al cual le permitido a la Ciudadela durar hasta nuestros días. Todo se ve muy prolijo y cuidado; pueden observarse las zonas de habitaciones, templos, terrazas de cultivo, sistema de agua, depósitos donde almacenaban el alimento. El conocimiento alcanzado sobre cómo conservar el alimento, fue lo que le permitió a los Incas, someter pacíficamente a otras culturas.
Luego regresamos a Aguas calientes, tomamos una petit cena en un restaurante muy lindo, con terraza volada sobre el río, para retornar en el tren Incarail (con un servicio muy inferior al de Perurail y más caro), que nos transportó de regreso a Oyataitambo, donde nos esperaba la combi para acercarnos al hotel a descansar después de una larga y agotadora pero interesantísima jornada.
Día 9 - 18/9/2010: Cusco - Desaguadero 544 Km.
Nos levantamos a las 6 hs, desayunamos y partimos hacia Puno. Ya desde el comienzo el viaje me sorprendió: es el mismo camino que transitamos para llegar a Cusco, pero ahora lo hago de día. ¡Es increíble el aprovechamiento que hacen del terreno y de las laderas de las montañas; está todo sembrado o preparado para la siembra. Esta gente tiene la costumbre de desarrollar sus actividades al costado del camino; cuidan el ganado, están sentados, los chicos juegan, etc., lo cual torna a las mismas un poco riesgoso para el automovilista y o motociclistas; obviamente para ellos también.
A unos kilómetros de Puno, José Luis, se salió del camino golpeando bastante su moto; afortunadamente sólo se lastimó un poco la mano.
Seguimos y llegamos a Puno, donde se encuentra el lago Titicaca, subimos primero al mirador del Tigre, donde se aprecia una vista panorámica de una parte de la ciudad y del lago. Luego llegamos al puerto y nos embarcamos en una lancha que nos llevó hasta donde habitan los indios Uros, tribu que vive en islas flotantes, construidas por ellos mismos, con juncos de totoras.
En cada isla, viven 4 ó 5 familias. Hay 60 islas de aproximadamente 400 m cuadrados c/u. Viven de la pesca y del turismo. Hay islas escuela, restaurante, hotel, etc. Te muestran como viven, podés dar un paseo en un bote hecho de juncos y te venden artesanías, tejidas o hechas de juncos.
Después, llegamos a Desaguadero, localidad fronteriza con Bolivia, donde nos hospedamos en el hotel Continental. En este punto del camino, fuimos a comer a un bodegón sopa y pollo con papas y coca cola. Pedimos cerveza pero nos dicen que no venden alcohol, aunque sí nos vendieron una botella de pisco para bajativo.
En línea general hasta ahora las rutas están muy buenas y en las zonas complicadas están bien señalizadas, con ojos de gato en las líneas de marcas lo cual facilita la conducción de noche.
Día 10 - 19/9/2010: Desaguadero – Cochabamba (Bolivia) 485 Km.
Nos levantamos a las 6 hs. y preparamos las motos para partir Ya en camino, nos vimos obligados a regresar 15 Km., para cargar combustible. Ya en Desaguadero, la calle estaba llena de vendedores de todo tipo; son mini mercados al aire libre. En la aduana de Perú, el trámite fue muy rápido, nos cobraron 5 soles x moto, por uso municipal de la vía pública. (Nos pareció a impuesto al B…)
En Bolivia, apenas pasamos un río que separa estas fronteras, se siente mal olor, todo está muy sucio. El trámite personal lo hicimos rápido, pero para el ingreso de las motos no había sistema informático, así que teníamos que esperar hasta cuatro horas para que nos dieran un ingreso manual o bien, resignarnos a esperar que volviera el sistema.
La policía Peruana es muy amable y te proporciona las explicaciones necesarias; por contraste, la boliviana, no.
Fuimos hasta otra aduana que se hallaba a 5 Km., tampoco tenían el sistema informático habilitado, así que comimos un sándwich de huevo frito, queso y tomate, con una coca cola, mientras esperábamos. Este puesto de control está hecho por completo dentro de containers En este lugar, estábamos demorado tanto nosotros como un montón de camioneros.
A las 9 hs, llegó el sistema y pudimos dar el ingreso a los vehículos.
Seguimos a La Paz; se decidió no ingresar hasta el centro. Los alrededores son un caos, lleno de combis que paran donde quieren a subir o bajar pasajeros, mucha gente entre los vehículos que se cruzan por delante, gentío, autos, motitos, perros, de todo y todo en terrible mezcolanza; como prevención se debe ir con mucho cuidado. El entorno no es para nada pintoresco y hay un olor nauseabundo a pis, permanente. Por lo que recuerdo es como una gran avenida de cuatro manos que va y viene, llamándome la atención dos grandes montañas de estiércol al costado de la avenida.
Nos detuvimos en Caracollo, a la salida de La Paz, para cargar combustible, tomar una coca y comer unas galletitas de agua, que son riquísimas. La nafta que se consigue, por lo que entendí, es de 60 octanos; hasta ese momento, la que cargábamos era de 80 octanos, así que la moto empezó a pistonear cuando la exigía un poco. Los pueblos que pasamos son agrícola -ganaderos, y me parecieron un poco más ordenados que los de Perú; por lo menos, no hay gente al costado de la ruta.
Desviamos a Cochabamba, nos esperaban 200 Km. de montañas espectaculares que ofrecían a nuestros ojos un paisaje riquísimo en colores, ocres y rojizos, visualizándose en el fondo de la quebrada un río torrentoso. El tráfico es infernal y no se respeta nada, te ven venir y los camiones se tiran igual a pasar. En un momento se largó una llovizna, con agua nieve. Las curvas invitaron a desplegar nuestra mejor destreza conductiva.
En un tramo recto se me cruzó por delante una camioneta que giró de repente a la izquierda… ¡ gracias a Dios, la moto frenó espectacularmente y no pasó nada más que el susto! Ya era de noche circunstancia que aumentó el riesgo de la marcha. Llegamos a la plaza 14 de Septiembre y nos reagrupamos Nuevamente, una plaza de estilo muy colonial, bellamente muy cuidada. Cochabamba es una ciudad muy grande y sus habitantes la mantienen en muy buen estado.
Nos hospedamos en el hotel Anteus, muy cómodo y con un jardín muy agradable a la vista, Nos bañamos y salimos a comer, eran las 22 hs, Fuimos a la calle Paseo Recoleta pero estaba casi todo cerrad. Sin embargo, pasamos por una pizzería espectacular… unas pizzas riquísimas y a dormir.
Día 11 - 20/9/2010: Cochabamba – Santa Cruz de la Sierra 484 Km.
Nos levantamos a las 6 hs, preparamos las motos, desayunamos y …otra vez en viaje… hacia Santa Cruz de la Sierra. El camino continúa siendo montañoso muy similar a una postal de Córdoba. En medio de este paisaje, llegamos al dique Corrani, donde generan energía eléctrica. El paisaje se transforma en selvático, con una vegetación muy tupida y variadas especies de plantas. El calor comienza a hacerse sentir pues la temperatura se ha elevado hasta alcanzar 41 grados. Con Mariano, Pirucho, Egon y Eduardo, desviamos para ver unas cataratas que según datos de Internet son muy lindas y se hallan en medio de la selva. El camino para llegar hasta ellas es de ripio, un poco complicado, así que nos animamos a continuar sólo Mariano y yo. Me había adelantado bastante de mi compañero, ya que mi moto es más conveniente para este tipo de suelo, cuando al girar una curva me encontré de golpe con ocho soldados armados tipo Rambo… ¡ flor de julepe me pegué! Pertenecían al ejército antinarcóticos; ellos me detienen, me quito el casco y les digo:_ ¡Yo no fui! Me preguntan qué hago solo por este lugar a lo cual les respondo que no estoy solo, que vengo viajando con otras motos y que tenía entendido que esta era una zona turística en la que hay un lago artificial y se hallan unos saltos de agua. En este punto de la conversación, llegó Mariano, y nos dejaron seguir. En honor a la verdad, los tipos 10 puntos.
Llegamos al salto Incachaca; en el lugar hay un puente colgante y una usina vieja. Recorrimos un poco, sacamos unas fotos, bajamos al río y regresamos a buscar al resto del grupo, que estaba esperándonos en la casa de Armando, un señor boliviano que tiene un pequeño rancho de fin de semana, con un jardín muy cuidado y una pérgola. Éste los invitó a charlar y a tomar un refresco hecho de una fruta limón – mandarina, que él mismo injertó. Armando es una persona muy amable y la verdad que era para quedarse hablando horas pero había que seguir a juntarse con el resto.
Durante el camino se veían muchas plantaciones de bananeros, los que se dan muy bien porque es zona tropical. Asimismo cruzamos varios ríos, en los cuales los lugareños se refrescan y lavan los coches. Es una zona donde hay muchos albergues para hospedarse. Las construcciones al costado de la ruta son sumamente rústicas y de madera. En el camino nos encontramos con dos bolivianos que también iban a Santa Cruz de la Sierra en moto. El sendero sigue mutando transformándose en zona agrícola, con unos envidiables campos de soja y ganadería. En la ruta, el espectáculo resulta variado pues cruzamos una pareja de ancianos que llevaban a pastar dos vacas con correas como si fueran perros, muchos otros que conducen autos rurales con el portón trasero abierto, viajando todos apretados y con los pies colgando; en uno conté dos adultos y once chicos. Hay muchos controles policiales; además en algunos pueblos te cruzan un cable de acero con tiritas rojas y te lo bajan sólo después del pago de un peaje. Llegando a l Santa Cruz, las construcciones mejoran, se ven unos cascos de estancia muy grandes. Santa Cruz es una ciudad muy moderna, de mucho movimiento, con un transito caótico. Están representadas todas las marcas de motos y autos, con agencias muy grandes y bien puestas. Los amigos bolivianos que viajaban en motos nos acompañaron hasta el hotel La Sierra, no muy recomendable, y nos dejaron sus teléfonos por si precisábamos algo estando en Bolivia; realmente fueron muy amables.
Nos bañamos y salimos a cenar, fuimos a Michelángelo, un restaurante de primer nivel donde la cena fue muy agradable, con mucha charla, risas y anécdotas. Comimos muy bien, entrada, plato principal y postre, todo regado con mucho champagne pagando solamente $ Ar. 150 incluyendo la propina; realmente Argentina está muy cara. Con Mariano y Adrián fuimos caminando hasta la plaza, en la que había un espectáculo de tango y otras danzas, así que lo vimos cervezas de por medio, sentados en la vereda del bar Lorca (le hace justicia al clima) y nos retiramos a descansar.
Día 12 - 21/9/2010: Santa Cruz de la Sierra – Tartagal (Argentina) 613 Km.
Nos levantamos a las 6:30, llamé a la recepción para reclamar que solicitamos que nos despertaran a las 6 y me contestó el conserje que no se dio cuenta Aprovecho a pedirle que despierte a los demás. El calor ya es agobiante desde temprano, desayunamos preparamos las motos y partimos hacia Tartagal. Con Mariano nos apartamos del grupo y fuimos hasta la agencia de motos Suzuki, ya que él había perdido un accesorio de la moto Afortunadamente lo tenían a un costo muy módico y lo colocaron en el momento, siendo de destacar el servicio y la amabilidad con que nos atendieron. Compramos en una casa de accesorios para motos algunas cositas y emprendimos el regreso hacia Tartagal. El camino es recto, monótono; el calor agobiante y con mucho viento. Además debe preverse las cargas de combustible ya que no en todos los pueblitos tienen estaciones de servicio.
Antes de llegar a Camiri, en una zona de curvas se nos aparece Carlos haciendo señas de que bajemos la velocidad, debido a que en la curva siguiente había volcado un camión de girasol y los granos al ser pisados dejaron toda la calzada impregnada de aceite, situación que provocó que Pirucho, que venía primero, derrapara arrastrando la moto de costado. Gracias a Dios no le había sucedido nada grave; sólo rompió la campera. A la moto se le salió la cadena y se trabó. Como con las herramientas de la moto no pudimos solucionarlo, tuvimos que conseguir un mecánico que finalmente superó este inconveniente.
Nos pusimos en marcha nuevamente todos juntos. El calor superaba los 42 grados centígrados.
Llegamos a la aduana de Pocitos, donde nos ocupamos de los trámites de salida y de reingreso a Argentina, prosiguiendo hasta la plaza de Tartagal donde nos juntamos con Adrián que se había adelantado un poco pues le gusta viajar mas rápido. Nos sentamos y tomamos unas merecidas cervezas con papitas. En verdad que da gusto estar en suelo Argentino, te invade una sensación de seguridad, aunque apenas pasada la frontera de nuestro país la ruta fuera un desastre y se hallara sin marcar. Nos hospedamos en el Hotel Pórtico del Norte, un complejo muy completo. Nos bañamos y salimos a cenar en un restaurante enfrente a la plaza donde comimos cabrito y parrillada. Después de la cena nos retiramos a descansar; este último tramo fue agotador.
Día 13 - 22/9/2010: Tartagal - Salta 345 Km.
Nos levantamos, tarde y desayunamos. Adrián y José Luis se adelantaron dado que la intención de ellos era volver antes a Rosario. El resto nos pusimos en marcha a las 12 del medio día, manejamos unos 200 km y nos detuvimos a descansar, cargar combustible, comer y tomar algo. Llegamos a Salta y nos hospedamos en el Hotel Continental, que está frente a la plaza del teleférico. Éste se encontraba en mantenimiento; lástima, me hubiera gustado dar un paseo.
Nos bañamos, descansamos, tomamos unas cervezas en el hotel y partimos caminando hasta el centro. Salta hace honor a su lema pues realmente está muy linda. Recorrimos la plaza principal que es el paseo obligado y nos llegamos caminando hasta paseo Balcarce, zona de peñas y restaurantes, donde cenamos en Los cardones, comida criolla con espectáculo folclórico. Después de eso, sólo nos quedaba ir a descansar.
Día 14 - 23/9/2010: Salta – Santiago del Estero 434 Km.
Nos levantamos, desayunamos y partimos tranquilamente a Santiago del Estero.
La ruta bien, con un poco de viento. A las 19 hs, llegamos a Santiago y nos hospedamos en el Gran Hotel Santiago. Descansamos, nos bañamos y fuimos a cenar a Mia Mama, enfrente a la plaza, muy buen lugar, muy ameno.
Charla, anécdotas, buena comida y luego descanso.
Día 15 - 24/9/2010: Santiago del Estero - Rosario 796 Km.
Nos levantamos a las 6 de la mañana porque nos esperaba un largo día. Desayunamos, preparamos las motos y partimos de regreso. Ya no veía la hora de estar en mi casa, junto a Claudia, Camila y Agustín; la verdad que los extrañaba mucho
El viaje muy tranquilo, llevamos muy buen ritmo. En Sunchales, creo, cargamos combustible y fueron a almorzar a una parrilla. Por mi parte, pensé que si yo comía me daría mucho sueño, así que sólo tomé algo despidiéndome de mis compañeros de viaje pues aproveché a pasar por San Jorge, localidad donde vive un cliente que trabaja con nosotros hace aproximadamente como cinco años y al cual nunca tuve el gusto de conocerlo personalmente; de este modo se me presentó la ocasión de hacerle una visita de cortesía.
Luego seguí viaje llegando a Rosario a las 20 hs, para ir derecho a mi casa a abrazar a mi familia.
