javier escribió:july, donde fue la pesadilla.?
Javi, fue a 9 cuadras de mi casa.
Yo venía caminando llegando a una esquina. Doblan dos pendej en un cg hacia mi lado pero siguen. No noté nada raro ya que por acá nadie anda con casco y generalmente andan dos o más arriba de las motos.
Crucé la calle y seguí caminando. Ahí veo que la misma moto pasa por la calle y dobla en la esquina de adelante. Cuando los vi por segunda vez ya la tenía clara. Sale el paquete negro de la esquina y mirandome fijo viene corriendo y me pide todo.
Obviamente le di todo lo que tenía. Supongo que tengo que agradecer que no se llevó mi mochila donde tenía las llaves de mi casa o la funda de la moto que la tenía enbolsada en la mano.
Me robaron varias veces (a mí a mi flia., la última fue mi vieja que la tiraron al piso para robarle la cartera, otro pendejo de mierda que no llegaba a los 19 años). Es que por San Martín hay muchos de estos que se cortan el pelo tipo olla o se hacen los claritos, o son portadores de cara, que van a una escuela de acá (son todas medio pelo) y no tienen ni dos dedos de frente.
Lo que hice fue pensar qué hice mal, pero no encontré motivos. Caminé por la mejor ruta que puedo hacer, en el mejor momento del día que puede haber, sin llamar la atención, tenía que ir caminando ya que la moto estaba desarmada en el taller de mi viejo. No sé, quizá tendría que haberme tomado un remis
Algo seguro en donde fallé es en no tener un arma, de eso estoy seguro. Obviamente no estoy pensando en las consecuencias futuras, pero se me ocurre, acá sentado en mi casa sin la adrenalina del momento, que le hubiera pegado un tiro en la gamba (si me acompaña la puntería) o sino en la espalda, lo dejo tirado, corro a la esquina donde esperaba el otro y le pego un tiro a ese también para que no me siga con la moto. Recupero MIS COSAS y me voy corriendo a la mierda mientras me saco la campera. Que se arregle otro de llamar a la ambulancia y declarar, total, "nadie" vió cuando me robaron.
Pero si compro un arma me hechan de casa ya que ni mi vieja ni mi viejo quieren saber nada de tener un arma acá.
En fin, no les digo que tengan cuidado, porque todo el tiempo tenemos cuidado. Sólo les puedo decir: SOBREVIVAN que eso es lo importante.