Se cumple una década de la muerte del piloto cordobés que fue ícono del rally. Nacido en Mina Clavero en 1951, falleció poco después de cerrar la primera etapa del Rally de Villa Dolores.
En un día como hoy, hace justo una década, Jorge Raúl Recalde moría tras finalizar la primera etapa del Rally de Villa Dolores, que abría la temporada 2001 del Rally Argentino. El minaclaverense, nacido el 9 de agosto de 1951, tenía 49 años.
Su apellido era sinónimo de rally en Argentina y el mundo, y se había convertido en un embajador de su terruño, Mina Clavero, paseando su nombre pintado en cada uno de los autos con los que corrió.
Recalde, era el segundo de siete hermanos y había aprendido a manejar en un Willys Barricade, un utilitario de doble tracción que su padre, Alberto del Corazón de Jesús Recalde, utilizaba para llevar la producción de Berilo en la zona.
El cordobés fue un entusiasta promotor del automovilismo en la región e impulsor del Rally de Argentina, prueba en la que fue el primer y único argentino que se impuso en la clasificación general, en 1988.
Fue campeón de Turismo Nacional clase "C" en 1974 y también compitió en Turismo Carretera. En 1993 volvió por última vez al TC, tripulando un Ford Falcon.
Por ley nacional 26.030 sancionada por el Congreso Nacional Argentino el 4 de mayo de 2005, se declaró Capital Nacional del Rally a la ciudad de Mina Clavero, y se instituyó el 10 de marzo como Día Nacional del Rally Argentino, en conmemoración de la desaparición del corredor.
Diego Curletto, su último navegante, lo recordó:
“Nunca tomé real dimensión de lo que significaba estar sentado en la butaca derecha de un auto de carrera junto a uno de los mejores pilotos del mundo como era Jorge, porque para mí era estar al lado de un gran amigo de la vida. De cualquier manera, íntimamente sabía que Recalde era un piloto capaz de pelearle mano a mano y ganarle a otros "monstruos" como Juha Kankkunen, Didier Auriol, Massimo Biasión y Carlos Sainz, por citar algunos, con la simpleza de un manejo pulcro y efectivo. Nunca derrapaba de más, iba por el medio del camino pero si mirabas el cronómetro te asombrabas con los tiempos que metía.
Jorge utilizaba los autos "muletto" y con ellos les ganaba tramos a los autos oficiales, porque sin dudas era un gran tester y no por nada equipos como Lancia lo convocaban para confeccionar la hoja de ruta de carrera y parte de la logística, que luego utilizaría el equipo. Por todo ello era muy respetado y cuando venían al Rally de Argentina, era una fija comer el asado en la casa de Jorge en Mina Clavero.
Mi relación con Recalde comenzó de muy pequeño, porque mis padres lo conocían bien y tengo fotos con Recalde desde los 5 años. Luego fui creciendo y la amistad se afirmó, al punto de tener negocios juntos cuando Jorge tenía su campo y nos juntábamos a cenar tres veces por semana cuando venía desde Buenos Aires. Todo esto antes de correr juntos y mucho más cuando nos reunimos arriba del auto de carrera.
Aquel día fatídico en Villa Dolores fue una experiencia traumática para mí. Me marcó mucho, porque Jorge cayó en mis brazos y un instante después se murió sobre mis rodillas. No sólo se fue el piloto, sino también el amigo entrañable y eso no lo puedo olvidar”.
La casa de Recalde
Gracias Condor!!!!!!!!!!!
