Un pequeño homenaje a la familia de motos que contribuyó a que el nombre Kawasaki sea sinónimo de moto deportiva y diferente, que lo disfuten.
La saga GPz
En 1981 Kawasaki presentó dos motos que podríamos considerar las primeras super-sport del mundo: las míticas GPz, en una serie inicial conformada por la GPz550 y la GPz1100. Eran modelos basados en las exitosas Z/KZ y su irrompible motor, de arquitectura 4 cilindros en línea DOHC 8 válvulas y refrigeración por aire, pero con especificaciones un poco más deportivas: en la parte mecánica contaban con mayor compresión, árboles de levas más cruzados y radiador de aceite, en tanto la ciclística en los primeros modelos era prácticamente la misma, salvo un poco más de dureza en las horquillas y amortiguadores traseros, manillares más bajos y la presencia de tres discos de freno en ambos modelos.
Las distinguía un característico color rojo (Firecracker Red según la denominación de Kawasaki) con franjas grises y azul marino y un semicarenado fijado a la horquilla en la versión 550. Estas motos fueron un verdadero bombazo en el mercado y pronto se destacaron de la competencia al ofrecer precisamente ese plus deportivo que gran parte del público estaba buscando.
GPz550 ´81
Ante el éxito de la nueva familia de deportivas, nadie se sorprendió cuando Kawasaki amplió el menú presentando la GPz750 en 1982, y en el mismo año aprovechó para introducir una innovación tecnológica adelantada a su época: inyección electrónica para la GPz1100, el modelo tope de gama de la marca.
GPz1100 ´82
A mediados de los ´80 aparecieron las versiones Uni-Trak, que incorporaron el sistema monoamortiguador para la suspensión trasera y otros pequeños refinamientos como horquillas antihundimiento, semimanillares y carburadores de depresión, más eficaces que los anteriores a cortina, además de importantes cambios en la estética que modernizaron considerablemente su imagen, siendo la modificación más significativa el semicarenado fijo al chasis, agregando un plus de estabilidad a altas velocidades.
GPz 550 ´84
En 1984, siguiendo la tendencia de la época, se presentó la GPz750 Turbo, considerada por los conocedores como la única “turbocharged” que realmente entregaba prestaciones fuera de serie para su cilindrada, compitiendo de igual a igual con las 1000/1100 del momento, además de tener la mejor estética de los 4 modelos turbo japoneses.
GPz 750 Turbo ´84
Pero es en este mismo año cuando la saga GPz alcanzó su punto cumbre con la presentación de la GPz900R en 1984, siendo para Kawasaki la entrada a los motores de 16 válvulas refrigerados por agua y la primera Ninja de la historia, que abrió paso a la familia de superderportivas tan conocida hasta hoy en día, un nombre mítico que –hasta para los legos en la materia- es sinónimo de performance y moto deportiva.
GPz 900R ´84