Sí, lees bien, mientras el Mundial posaba sus ojos en el regreso de Valentino Rossi, con su futuro en Ducati en las primeras páginas, en Yamaha están gestando una vuelta que va a ser más sonada que la del astro italiano: la de Telefónica.
La semana pasada, cuando nos disponíamos a embarcar hacia Dresden vía Frankfurt, nos encontramos en nuestro mismo vuelo a Lin Jarvis, director ejecutivo de Yamaha Motor Racing. Lo saludamos y nos contó que acababa de pasar unos días de vacaciones en Madrid. Una explicación que, con los agradables 40° que hay en la capital de España en estas épocas, no sonó muy fidedigna. ¿Pero qué haría viajar hasta Madrid al máximo responsable deportivo de Yamaha?... La respuesta nos parecía obvia: dinero, un patrocinador.
Hicimos un par de llamadas, y, efectivamente, en el recorrido de Jarvis por Madrid, una de sus paradas, la principal, tuvo lugar en... ¡Telefónica! Sobre lo que se habló y negoció en la sede de la multinacional española no tenemos información, pero sí que el sábado, en Alemania, después del entrenamiento libre de la mañana, Jarvis convocó a los japoneses para ponerlos al día de sus negociaciones en Madrid.
Obviamente, el posible desembarco de los azules en el equipo oficial de Yamaha pasa inevitablemente por la renovación de la vinculación entre la fábrica de Iwata y Jorge Lorenzo. Un proyecto que uniría al actual piloto nº 1 del motociclismo español con uno de los patrocinadores más importantes que ha tenido el paddock del Mundial.
De salir adelante el plan ideado por Jarvis, tendría un significado muy especial. Telefónica, que aupó a Dani Pedrosa desde su famosa copa de promoción (Movistar Cup) hasta los dos títulos en el dos y medio, sufrió un sonoro golpe cuando el de Castellar subió a la clase reina de la mano de Repsol. Este hecho supuso su marcha del Mundial para recalar en la F-1. Un campeonato en el que nunca tuvo el protagonismo del que había gozado en las motos y del que, por cierto, va a salir a final de año. Y es ahí donde se abre la puerta a un posible retorno a las motos.
La presencia de Telefónica en la F-1 en 2010 se ha limitado a dar nombre a los GGPP de España, disputado el 9 de mayo en Montmeló, y al de Europa, que tuvo lugar el 27 de junio por las calles de Valencia. Un patrocinio que ha supuesto un desembolso de tres millones de euros por cada uno de los eventos, a lo que hay que sumar los gastos en otro tipo de actos dentro del circo de las cuatro ruedas. Unas cifras que, sumadas, le permitirían afrontar sin problemas la reentrada en el Mundial como patrocinador principal.
Desde el punto de vista de Yamaha, la llegada de Telefónica sería posible ante la finalización del contrato firmado que les une con Fiat. Una relación que pierde sentido con la más que probable marcha de Rossi a Ducati. Desde la marca de Iwata no ocultan que no son inmunes a la crisis financiera, algo que, por ejemplo, no les permitiría mantener en una misma formación a Rossi y Lorenzo a precio de mercado. Si, como parece, Jorge se queda como piloto nº 1, es muy lógico el movimiento de Yamaha de ir a buscar un patrocinador en el mercado español.