por fgustich el Vie Oct 04, 2019 10:57 am desde La Plata, Buenos Aires, Argentina
Buenas que tal, soy Federico, hijo de Marcelo Gustich (uno de los primeros en formar parte del KawaClub y persona a la que hago principal responsable cuando se atreven a señalar mi grado de locura hacia las motos).
Todo arrancó por el 2001, a mis 6 años de edad, cuando mi viejo volvió a rodar en moto con un ninjita ex 250, todavía me acuerdo el día que la fuimos a buscar y yo lo gastaba diciéndole que parecía una tortuga ninja por la campera que se embolsaba y, justamente, por que iba sobre una ninja jaja.
Y bueno, así fue como me encontró de cómplice para escaparse y salir a rutear; como ese día que me quedó grabado a fuego, en el que me estaba llevando al colegio, y a mitad de camino dijo (puesto en mis palabras) "ya fue, hoy nos tomamos el día" y nos fuimos para Zárate simplemente a rutear.
Siempre inculcando a la seguridad (recuerdo también un casco de niño homologado que me regaló, campera de cuero y guantes).
Al tiempo vino el salto,del ninjita 250 bicilíndrico pasó a un verdadero ninja zzr600, fa!! Qué cañón!!! tremenda estaba, y la dejó mejor. Para esa misma época por cosas del destino se cruzaron con Fernando y su 1100, él le comentó del proyecto del kawaclub que recién comenzaba y en seguida se hicieron compinches. Fue una época de mucha mucha moto, motoencuentro de Diamante, Las Flores; salidas a la laguna de Chascomus, Lobos; la caravana de recibida a Porto (todavía tengo la remera firmada por el), la primer caravana del día del niño! domingos viendo el gp en alguna estación de servicio con la gente del club, etc etc etc.
Pero bueno, lo que a todos nos tocará en esta vida, a él le tocó más temprano que la edad promedio, allá por el 2006 con 39 años, en un incidente vial en el que yo también participé, lamentablemente en 4 ruedas. Después de esto, todo el asunto de las motos quedo "congelado", había otras prioridades.
Pero el tiempo pasó y ese bichito de las motos seguía en la sangre, y se veía reflejado en mi locura por las bicicletas. Durante todo el secundario anduve en BMX y era en lo que ponía todas mis energías por fuera de la escuela. Cuando no estaba con la bici, estaba buscando en internet cosas relacionadas o comprando y vendiendo partes. No había placer mayor que salir a pedarlear toda una madrugada de verano con mis amigos, donde la ciudad quedaba vacia y parecía ser solo nuestra.
A pesar de la negativa de la familia entera respecto a las motos, que me ayudaron a tener auto, fui por las dos ruedas. Al no tener a nadie cercano vinculado a este mundo, me tocó aventurarme solo.
Y así, en el 2015, vino la primer locura, con apenas habiendo manejado 3 veces la moto de algún conocido, fui y compre mi primer moto: yamaha vrr 150, 2 tiempos, caja de 6ta, aguatera, con 110kg y una velocidad tope de 165km/h un infierno!!! Fui, la compre y ese mismo dia con la casi nula experiencia que tenía me la traje andando de Capital a La Plata, por autopista, si nada mas que la cedula y un papel de compraventa, registro obviamente 0. Mamadera! Al dia de hoy que me tiemblan las patitas jaja.
Compartimos pocos km con el vrr, habrán sido menos de 300. faltaba mucho por hacerle de mecánica y estética, mas que no estaba a mi nombre, decidí venderla.
Después vino el Rx (yamaha rx 115 special, tambien 2t, caja de 5ta, la de pablito escobar jaja). Con esta moto aprendí verdaderamente a andar en moto y a meter mano a conciencia; pero despues de volar 2 veces el motor usándola para ir a Capital, entendí que no era la moto para lo que necesitaba, que era hacer distancias prolongadas de ruta/autopista, por lo que busqué a algo mas fiable y di con que la solución era un YBR 250, que grandes satisfacciones me da: arranca siempre, me llevo y me trajo al norte de Uruguay; van 10.000km en 1 año de puras satisfacciones.
Pero no era suficiente, quería más! Aficionado por el campamento y sobre todo por la montaña, ahora queria algo que ademas de llevarme a destino, me permitiera adentrarme en la natura, hacer uso del mayor propósito de la moto: llegar a donde un auto no llega y a donde a pie tardaríamos una eternidad. La solucion: un enduro.
Busque todas las opciones y me encontre con que el KLR250 cumplía con todos los requisitos: un tractorcito, que pueda rutear a 100km/h, barato, que pueda meterlo en cualquier lado, liviano, que haya repuestos y que no sea un imán del choreo (como lo es el tornado x ejemplo). Y miren que evalue de TO-DO: nx 200-250-350, xt 225 y xt 350, DR 250-350, Xr200-250. Pero, ademas de encontrar superior al KL en lo que yo buscaba, me tiraba la sangre verde que me decía: KAWA KAWA KAWA KAWA...
Dió la casualidad que en el medio de la búsqueda por el KLR indicado, me contacta Fer para reencontrarnos e ir a visitar el monolito que le habian hecho a mi viejo y que posteriormente fueron sumados en el homenaje más compañeros a los que no queremos que sean olvidados (si bien volvimos a estar en contacto hace un par de años ya, nunca no habiamos vuelto a encontrar en persona). Esta coincidencia en el medio de la búsqueda selló a fuego la idea del kawa.
Asi que así fue, después de buscar algo mas de un mes, pintó la locura (digo locura por que me traje andando casi 400km una moto "vieja" que apenas acababa de conocer) y me fui a buscar uno que encontré en Madariaga bastante entero. Le chifle a mi gran amigo que me acompaña siempre en estas locuras y me hizo la asistencia para ir y volver. Por suerte a pesar de tener un problema de carburación llegamos a La Plata sin problemas mas que haberme quedado sin nafta en el camino. Y acá estamos ahora, conociéndonos con ella y volviendo al foro con motivos de sobra!
PD: Perdonen si fui muy extenso, pero creo que por todo lo que el kawaclub y mi viejo representan, merecían estas palabras! Adjunto fotos acordes al relato. Saludos!